Luego de una larga pandemia que prohibía las reuniones de grupos multitudinarios como medida de prevención para evitar el contagio de la COVID y proteger la salud de la población.
Este 25 se dio inicio a la fiesta más larga en honor al Niño Dios, la muy tradicional fiesta de los Negritos de Huánuco.
Con ellos vuelve la alegría a las calles, las plazas, barrios y familias, y es que la tradicional danza es parte del ADN de los huanuqueños, de nuestra identidad, de nuestra cultura.
Si bien es cierto que, con la pandemia, el número de cofradías de Negritos se ha visto afectado y ha disminuido, para alegría de toda la población existe aún un importante número de cofradías que nos brindaran esa regocijo de fin de año.
Las iglesias también se visten de tradición, y luego, con la venia de los curas, como se tratara de una autorización para salir a las calles, las cofradías salen a engalanar las calles al compás del bombo, las bandas de música y las sonoras matracas de los espontáneos corochanos.
Debemos de tener en cuenta, que el realizar esta danza requiere de mucho compromiso, no solo económico para costear toda la indumentaria, sino también de tiempo y de dedicación para los ensayos correspondientes y que las danzas mantengan su esencia y no sean tergiversadas.
Por supuesto, no podemos dejar de mencionar la belleza de la mujer huanuqueña, que se ve representada en la dama de la cofradía, una mujer que no solo simboliza hermosura, sino también feminidad, dominio y cultura.
Por otro lado, los gatilines, son engranajes muy importantes de todos los integrantes de las cofradías, acompañantes fieles que se encargan de apoyar a los bailantes, antes, durante y después de los bailes.
Por supuesto que estas fiestas tampoco serían posibles, sino fuera por desprendida y generosa fe de los mayordomos, quienes se encargan de atender a las cofradías, familiares y visitantes, con suculentos platos de la gastronomía huanuqueña.
Y por último, posiblemente, los que más disfrutan de esta fiesta son los pequeños del hogar, quien muy entusiasmados “siguetean” a los negritos.
Cabe mencionar que en las redes sociales se han publicado ciertos actos inapropiados e inaceptables realizados por algunos corochanos. Penosamente, algunos personajes carecen del criterio para entender lo que significa ser corochano, que es el ser jocoso, ingenioso y creativo al momento de robar una carcajada al público y con mucho decoro. Tristemente, algunos solo están cruzando la línea de la malcriadez e inclusive el maltrato animal.