Por Rodrigo Portales Fídel
Del 13 al 17 de noviembre próximo, el Festival Nacional de Cine de Huánuco (FENACI) celebrará sus diez años de existencia como espacio de formación audiovisual y difusión del cine peruano en la zona central del país, con un programa de más de 40 películas -entre largos y cortos nacionales e internacionales- además de actividades formativas y mesas de diálogo con cineastas y expertos invitados. El encuentro, dirigido por Elías Cabello Contreras, tendrá como sedes la ciudad de Huánuco y el distrito de Tomaykichwa, donde el público podrá apreciar y disfrutar gratis de las proyecciones.
Como adelanto de la décima edición del FENACI, comentaremos en la primera parte de este especial los largometrajes peruanos que forman parte de su programación. Varios de ellos son de reciente estreno, y representan la diversidad y vitalidad de nuestro cine en momentos en que, desde el Congreso, se pretende perjudicar cambiando de manera arbitraria el marco legal que hizo posible su crecimiento y continuidad. Estas películas, de un total de 16, se verán por primera y quizásúnica vez en Huánuco.
Cielo Abierto es la ópera prima de Felipe Esparza, tuvo su estreno mundial en el Festival de Rotterdam, y ganó el Premio del Jurado del Ministerio de Cultura a la mejor película peruana en el Festival de Cine de Lima. Filmada en las canteras de piedra sillar en Arequipa, cuenta la relación entre un padre que trabaja en dicho lugar y su hijo que se dedica al arte digital. Un abismo generacional que la película busca resolver mediante una detallista como austera puesta en escena que involucra texturas visuales como sonoras.
Sonido Amazónico es el primer documental del realizador iquiteño Luis Chumbe Huamani, que se embarcó por cinco años en este proyecto, enfrentando incluso la pandemia, para contar la trayectoria y trascendencia de “Los Fabulosos Wembler’s”, uno de los grupos representativos de la cumbia amazónica, con más de medio siglo de trayectoria. Otro documental de rescate es La danza de Los Mirlos de Álvaro Luque, sobre la popular e influyente agrupación de cumbia peruana nacida en Moyobamba en 1968, en cuya historia se emplearon filmaciones en Super 8 tomadas por el director musical de la banda, Jorge Rodríguez. Ambas películas son parte de una franja del cine nacional enfocada en revalorar las expresiones musicales de nuestra selva.
Manco Cápac de Henry Vallejo es un valioso exponente de las nuevas miradas del cine nacional hacia el mundo andino contemporáneo. Junto con «Wiñaypacha» de Oscar Catacora ha consolidado al cine producido en Puno como uno de los más creativos del país. Protagonizada por el actor puneño Jesús Luque Colque, narra las peripecias de un joven que llega a la capital del altiplano donde encontrará indolencia, discriminación y maltrato a su situación, pero también personas que le alientan y ayudan a salir adelante. Fue declarada por la APRECI como la mejor película peruana del 2020 y representó a nuestro país en las pre nominaciones al Oscar en la categoría de mejor cinta internacional.
Otro relato adolescente es el que ofrece Peso Gallo, segundo largometraje de ficción del director huancaíno Hans Matos Cámac, quien antes dirigió “Pueblo viejo” (2015). Rodada en la ciudad de Huancayo, narra el drama de un boxeador novato que es convocado para participar en un campeonato nacional de boxeo, mientras se enfrenta a dilemas relacionados con su identidad y sus relaciones familiares. Una película que destaca por su realismo social y el acercamiento sincero a sus jóvenes protagonistas.
Las cineastas peruanas también estarán presentes en el FENACI con estos tres largometrajes. Antonia en la vida de Natalia Rojas Gamarra relata la historia de una mujer limeña a un paso de cumplir los cuarenta años apreciando su soledad y abrazando sus fantasías personales a medida que lidia con los convencionalismos y las presiones sociales.Una propuesta personal, similar a un diario de vida, que apuesta por su mirada sencilla y cotidiana hacia sus intérpretes femeninas.
Las Cautivas es la ópera prima de la directora tacneña Natalia Maysundo que recrea en clave documental la historia de la incorporación de Tacna al Perú, mostrando los testimonios de sus bisabuelos quienes vivían en Arica y tras la guerra con Chile terminaron asentándose en Tacna, con la familia repartida entre ambas ciudades. Es una película singular que además recrea una obra teatral, mostrando sus entretelones y ensayos, y a la que suma testimonios de peruanos y chilenos del presente para hablarnos de la inutilidad de la guerra y de lo mucho que tienen en común dos países distintos.
Finalmente, Un mundo para Julius es la adaptación al cine de la realizadora Rossana Díaz Costa de la célebre novela homónima del escritor Alfredo Bryce Echenique, que ha sido vista por más de 40 mil espectadores en su estreno en los cines del país en 2021. A través de la historia de un niño que crece en el seno de una familia aristocrática en la Lima de los años 50 y su conexión emocional con su nana Vilma, encarnada por la actriz Mayella Lloclla, la cinta transmite una mirada crítica a las desigualdades e injusticias, al clasismo y el racismo que imperan aún en la sociedad peruana.