Terruqueo nunca más

Mañana se cumplen 30 años de la caída del líder del movimiento terrorista Sendero Luminoso, el cual fue liderado por el terrorista fallecido Abimael Guzmán Reynoso, el asesino más grande de la historia de nuestro país.

Hoy se celebra 30 años de la captura del genocida, gracias a la labor de inteligencia y planificación de un grupo de oficiales y subalternos de élite de la Policía Nacional del Perú.

Nunca más deberán ocurrir estos tipos de fenómenos sociales en nuestra país, cuyo único objetivo es desestabilizar al país. 

Los que vivimos en este valle, hemos sufrido en carne propia de la amenaza de muerte y terror que Sendero sembraba a su pasó.

Por mencionar algunos hechos, dos catedráticos de la Unheval fueron ultimados en las mismas aulas de esta casa de estudio. 

Ellos fueron los recordados Luis Milla y “Tío” Gallardo, solo por mencionar algunos de los tantos muertos en este valle y especialmente en el valle del Huallaga.

Fueron miles los campesinos los que sufrieron los vejámenes y violaciones por este autodenominado “Ejército popular”.

Huánuco vivió este terror con los permanentes apagones que Sendero provocaba al volar las torres de alta tensión, paralizando la incipiente empresa privada, lo que causaba que la población transite por caminos  y carreteras con el temor de recibir un balazo y morir a mitad del camino. 

Fueron muchos los municipios, los que vivieron la presencia de estos sanguinarios sujetos, por ejemplo en Panao y en Chaglla, donde quemaron todos sus archivos de los registros civiles.

La población estaba constantemente amenazada y estaban obligados a escuchar las charlas de adoctrinamiento. De esa forma “invitaban” a la población a enrolarse a sus filas, de no ser así, eran asesinados.

Por ello, hoy se realizará un homenaje a los integrantes del grupo GEIN, que era grupo de Inteligencia que capturó a Guzmán, en la Escuela de la Policía Nacional del Perú. 

La ceremonia estará a cargo del general PNP Óscar Arriola y luego del discurso, los integrantes serán reconocidos, pero también permanentemente agradecidos por la sociedad en general.

Por eso decimos, al terruqueo nunca más.