El tratamiento que se le está dando a los residuos hospitalarios en los centros de salud de Huánuco como en el Carlos Showing es de mucha preocupación. De los 326 establecimientos de salud públicos que existen, solo 2 tienen equipos para incinerar y esterilizar sus residuos hospitalarios. Esto quiere decir que el 99 % de ellos se está deshaciendo de sus desechos de manera inapropiada.
Un dirigente del Carlos Showing denunció la semana pasada que el establecimiento tenía guardadas sus agujas usadas en un ambiente y que almacenaba las placentas en una nevera para luego enterrarlas con cal detrás de la posta de Malconga. Si un centro de salud del Estado, tan importante como este, no cumple con el tratamiento adecuado de sus desechos, ¿qué podemos esperar de las postas médicas?
Con eso se demuestra que el sector salud, en lo que respecta al tratamiento final de los residuos hospitalarios, está muy descuidado. Estos desechos son un riesgo inminente de contagio de alguna enfermedad por la proliferación de bacterias y virus. Además, ponen en peligro a los trabajadores de sufrir algún contagio o accidente.
Se conoce que desde hace años el Hospital Hermilio Valdizán no cuenta con un incinerador adecuado para residuos hospitalarios, y, aparentemente, estos se colocaban en bolsas de basura para que los camiones recolectores municipales se los lleven al botadero municipal.
El Gobierno Regional debería tomar algunas medidas para evitar lamentarse más adelante. Los desechos como gasas, algodones, jeringas, agujas usadas y otros deben ser tratados convenientemente en todos los centros de salud y hospitales para así evitar el peligro de contagio en la población, en especial, de los niños.