Hace varios años. Un sueño lejano e imposible se me cruzó en la mente. Ese 2017, en Huácar, establecido con la familia y cargando muchas expectativas artísticas en el morral, me hice la pregunta, ¿De qué manera, se podía ubicar a nuestra región, en el universo nacional artístico? Responder esta pregunta señalaba la urgencia de contar con apoyo económico e involucrar personas que podrían articular esta pregunta, mientras se ahorra lo necesario; por otro lado, era imprescindible activar, reforzar y convocar artistas que contribuyan a llevar a cabo la idea. Llegó el COVID-19 y el camino hacia ese sueño se fue pausando y fue al final la solidaridad y amistad sincera de un grupo de artistas, que encendió la chispa del proyecto que se ofrece hoy a la región.
Desde ese lejano 2017 a hoy, la realidad se ha modificado. El tiempo nos ha ofrecido un contexto particular donde la pandemia generada por la COVID-19 puso sobre la mesa y nos permitió resaltar la importancia de la vida en libertad, el cambio en nuestros hábitos, el cuidado del medio ambiente, así como la necesidad de adaptarnos a una virtualidad desconocida para muchos. La educación y los procesos de comunicación sufrieron transformaciones importantes; se modificó la sensibilidad y la resiliencia, como factor fundamental de adaptación, se apoyó mucho en el arte como terapia y estrategia sensibilizadora, ayudándonos a resistir. En ese contexto de inamovilidad y precariedad de la vida, la pregunta antes mencionada siguió constante y su respuesta fue un tipo de misión cultural donde artistas con experiencia se pusieron al frente del proyecto y pudieron articular su arte convirtiendo el dialogo y la enseñanza en la columna vertebral de este proyecto de residencia.
Como antecedente, la primera Residencia Laboratorio Gráfico FhE se desarrolló en el distrito de Tomaykichwa en agosto del 2021, siendo apoyos importantes, en aquella ocasión, el investigador Víctor Domínguez Condezo, el maestro Nelson Cotrina Céspedes. Dándonos muestra de la trascendencia de este tipo de proyecto de arte en la región, al resaltar la oportunidad de que jóvenes estudiantes puedan interactuar con artistas reconocidos e importantes en el país. Por ello, del lunes 21 al sábado 26 de febrero del 2022, han vuelto a reunirse en tierras huanuqueñas, Luis Antonio Torres Villar (Lima 1984), Antonio Paucar (Huancayo 1973) e Israel Tolentino (Huánuco, 1975), fundadores del proyecto Laboratorio Gráfico FhE, se sumó a este encuentro, la visita de Karen Bernedo (Lima, 1978) importante curadora y activista social del Perú y en esta ocasión, agradecemos el apoyo del diario regional Ahora, la Municipalidad distrital de Huácar, El Instituto Cultura Andino Amazónico (INCAAH) y la Institución Educativa Particular Isaac Newton y muchos operadores culturales, con quienes se continúa llevando adelante el proyecto por segunda oportunidad.
Es por ello importante resaltar que la RESIDENCIA LABORATORIO GRÁFICO FhE 2022 es un proyecto de creación y reflexión sobre lo contemporáneo a partir de la vivencia y vuelta de mirada hacia nuestra comunidad. En ese sentido, los artistas previamente investigan sobre los lugares y contextos para después “madurar” un conjunto de obras en torno a la reflexión dentro su producción artística personal. Su presencia en los lugares de convivencia los anima a preparar talleres con dimensión social, pedagógica y exploratoria, valiéndose para ello de sustitutos locales; es decir, adaptando materiales para la experiencia de crear y sentir el paisaje y otros componentes visuales, proponiendo herramientas para el vínculo identitario; el interés de FhE radica en compartir estas estrategias y métodos para poder seguir creando arte a partir de las posibilidades que el entorno y la convivencia abastezcan.
Huánuco empieza a ser un sonido persistente, como una lluvia ligera, en muchos artistas de otras regiones incluyendo Lima; la próxima residencia está encaminada y la expectativa por los nuevos lugares y jóvenes que serán parte de él, está hecha la invitación, nos queda agradecer a las instituciones y personas que han apoyado esta segunda Residencia FhE y a los artistas que van concibiendo este ámbito como un ojo de agua de vigor creativo.