¿QUÉ TIPO DE DEMOCRACIA TENEMOS?

LA VOZ DE LA MUJER

POR: Denesy Palacios Jiménez

Con este nuevo año renace la esperanza de forjar un mundo mejor, porque tenemos fe, en que todo cambiara, para bienestar de las familias y todos los peruanos. Estamos viviendo momentos angustiantes de ver como los medios de comunicación, día tras día, solo transmiten noticias de asesinatos, secuestros, violaciones, sicariato, extorsiones sin que se encuentre la medida para combatir el creciente mundo delincuencial que agobia a todos los peruanos. Para colmo tenemos que recibir discursos de nuestra presidenta, ministros, alcaldes y congresistas plagados de mentiras, como si viviéramos en el país de las maravillas, trabajadores con sueldos de 900 o 1200 soles en el sector público que solo alcanza para la sobrevivencia, y se publican los aumentos de cierto sector privilegiado, que gana hasta 46000 soles o más para combatir la “corrupción”, o para ¿el incremento de esta?, lo cual lógicamente llena de rabia y desazón a cualquier ciudadano, que clama por justicia o seguridad. Haciendo un recuento de lo sucedido en el año 2024, lo peor que nos ha podido pasar es tener un congreso, que lejos de legislar en favor del pueblo, solo legislan para la impunidad de ellos y las organizaciones criminales, entonces como se va a combatir tanta delincuencia; si el poder omnipotente, en que se ha convertido este poder legislativo todo lo acomoda a su visión y costumbres, y todavía quieren engañarnos que están defendiendo la democracia y la institucionalidad

 Para comprender mejor, tenemos que se ha eliminado voto de cuestión de confianza para el congreso, se ha eliminado el equilibrio de poderes, se están legalizando la dictadura del Congreso, como órgano supra e inclusive el poder judicial se ve limitado a emitir sentencias y solo tiene validez lo que apruebe el Tribunal constitucional. No solo el congreso no puede ser disuelto, sino que el poder judicial tampoco puede ejercer ningún poder sobre ellos. Es decir, podrán destituir a jueces y fiscales, a la ONPE y al JNE, a fin de garantizar el control electoral y podrán quedarse a ejercer el control del gobierno y tener el poder absoluto. Podrán eliminar la libertad de expresión, privatizar o vender lo que ellos quieran y nadie podrá impedírselo, lo que se esa haciendo es destruyendo la institucionalidad y favorecer la corrupción y el crimen organizado.

Hasta ahora no tenemos respuesta que paso con Nilo Burga y la empresa Frigoinca, con el programa social de Qaly Warmi, hasta ahora no tenemos respuestas de la cantidad de asesinatos, secuestros y extorsiones, ni de las más de 8,600 mujeres jóvenes niños y mujeres en general, desaparecidas, ¿qué tipo de democracia tenemos que no combate la corrupción, ni el crimen organizado?

¿Por qué no se investiga con seriedad el caso de proxenetismo en el Congreso y en varias instituciones públicas?, donde se contrata señoritas muy hermosas bajo pretexto de darles trabajo, sin embargo, son llamadas para divertir a los funcionarios y viejas autoridades, y como esto fuera poco relevante, el presidente del Congreso y dos más, deben viajar en tour a China, Lo única que les importa es aprovecharse del cargo que ostentan para beneficio personal. Bien este pequeño recuento que deja muchas cosas sin tocar, porque el daño que se le está haciendo a la institucionalidad es tremendo, y donde los valores se han invertido, el vivo es el corrupto y el que la “sabe hacer” para enriquecerse a costa de empobrecer al resto de peruanos, que somos los tontos porque permitimos que nos atropellen esa forma y ni siquiera tenemos la capacidad de reacción para enfrentar tanta barbaridad e injusticia, porque defender la institucionalidad es defender la democracia; entiéndase ésta como la forma de respetarnos unos a otros, y de tener un gobierno que vele por todos los peruanos brindando seguridad, trabajo, justicia y libertad, sin atemorizar ni victimar a aquellos que reclaman.