Una fuerte polémica causó el retorno al Congreso de Karina Beteta como asesora principal de la Comisión de Inteligencia del Congreso, liderada por integrantes de Fuerza Popular, su exgrupo parlamentario.
De acuerdo con las planillas del Parlamento, la excongresista por Huánuco labora en el mencionado grupo de trabajo presidido por Martha Chávez, de Fuerza Popular, e instalado el 27 de abril pasado. Beteta tiene una remuneración de 9815 soles mensuales.
Perfil
Las críticas sobre la designación de la huanuqueña giran en torno a la pregunta de si cuenta o no con la experiencia y el perfil profesional que se requiere para guiar el trabajo de una comisión especializada en el Congreso.
La Comisión de Inteligencia es una de las más importantes del Parlamento, puesto que tiene una relación directa con los servicios de inteligencia el Estado, donde se explican y sustentan estrategias militares y policiales para la defensa interna y externa del país. Ciertamente, se trabaja con secretos de Estado y, debido a su carácter, todas sus sesiones son reservadas.
De acuerdo a un informe publicado por el diario El Comercio, durante su paso por el Parlamento la excongresista nunca presidió o integró la comisión que ahora asesora; así como tampoco laboró, antes de llegar al Congreso, en algo vinculado a dichos sectores.
Karina Beteta, de 45 años, es abogada por la Universidad de Huánuco y estudió una maestría en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Derecho Civil y Comercial.
Según la hoja de vida presentada en las últimas elecciones generales, su experiencia laboral gira, principalmente, entre el Estudio Jurídico Díaz & Beteta, de Huánuco, y el Congreso de la República, donde llegó tras ser electa para dos periodos: 2006-2011 (Unión por el Perú) y 2016-2021 (Fuerza Popular).
También consignó constancia como asesora legal externa de la Municipalidad San Francisco de Cayrán, Huánuco, entre noviembre del 2004 y marzo del 2006.
Dentro del Legislativo, Karina Beteta presidió las comisiones ordinarias de la Mujer (2007-2010), Producción (2015-2016) y Presupuesto (2017-2018). También encabezó en dos ocasiones la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (2010-2011 y 2016-2017).
Antes de la disolución del Congreso, llegó a ser electa primera vicepresidenta, representando a Fuerza Popular en la lista que encabezaba Pedro Olaechea.
Ante la polémica que desató en los medios de comunicación y en las redes sociales su designación, la exlegisladora compartió mensajes de sus excolegas en Twitter, como Luz Salgado, Cecilia Chacón y Rosa Bartra, quienes defendieron la contratación.
Criterios
El cargo de asesor principal de una comisión es un puesto de confianza. Sin embargo, en el Reglamento Interno de Trabajo del Congreso se establecen ciertos “requisitos mínimos” como acreditar un título profesional, cursos de especialización, entre los que se validan las maestrías; así como contar con experiencia profesional y laboral de no menor de tres años.
La Mesa Directiva que presidió Pedro Olaechea y que integró Beteta modificó parte de este reglamento a finales de febrero pasado y dispuso, entre otros, que “excepcionalmente” se puede contratar a personal “con grado académico de bachiller, únicamente en aquellos casos en los que la experiencia laboral supera los 10 años en el sector público”. De no haber sido por este cambio, el excongresista fujimorista Luis Galarreta no habría podido ingresar a trabajar como asesor de la nueva bancada naranja del Congreso 2020-2021.