Denesy Palacios Jiménez
La liberación de los hermanos Frank y Jorge Chávez Sotelo a nivel nacional y la anulación de la sentencia al señor Giles en Huánuco, se presentan como pésimos antecedentes en la lucha anticorrupción; a ello sumamos el requerimiento de los congresistas fujiapristas al Congreso, al ministro del Interior Carlos Morán, y a los policías que participaron en la intervención a la casa del expresidente Alan García, por sus sospechas sobre supuestas fallas en la intervención. El asunto en concreto aquí es frenar la lucha anticorrupción.
Por supuesto que entre las irregularidades que achacan, está que el video de intervención que se ha presentado no tiene audio; otra, que ha participado la Diviac, cuando ha correspondido hacerlo a la Policía Judicial. ¡Qué tal sinvergüencería! Ellos dan leyes para después buscar sacarles la vuelta, porque prima la forma, no el fondo o esencia de las cosas; como es el caso de los ‘Cuellos blancos del puerto, y otros donde gente de estos grupos está seriamente implicada.
Me pregunto hasta cuándo permitiremos los peruanos y peruanas a este Congreso, que sin tener ninguna catadura moral, en la actual circunstancia de la lucha anticorrupción, quieren interpelar al ministro del Interior por realizar este trabajo; todos sabemos la desconfianza y falta de credibilidad sobre el actuar de este difunto, así como de la bancada que trata de sacar provecho para librarse de ser investigados e intervenidos, pues de ideología de agrupaciones o partidos políticos, lastimosamente queda muy poco o nada, priman las argucias para su enriquecimiento, y ahora más que nunca porque no podrán ser reelegidos; entonces es ahora o nunca salir bien forrados con sus acostumbrados lobbies o dividendos de empresas constructoras que han montado, muchas veces a nombre de testaferros. Urge que se investigue el enriquecimiento ilícito de todos ellos y de todo funcionario del MEF, de Educación, de Vivienda, de Producción, de Transporte, así como a los alcaldes, que hasta ahora siguen pidiendo a las empresas el 10 % y más, para otorgarles la buena pro a favor.
A propósito, ¿Cómo fue que obtuvo Obrainsa la buena pro del Hospital Hermilio Valdizán de Huánuco en el periodo del señor Luis Picón? Lastimosamente el gobierno de Alva hubiera sacado a luz el tipo de proyectos que existían desde el periodo anterior y la cantidad de observaciones que tenían, y que si siquiera hubieran sido evaluados, pero todos ellos estaban pagados.
Procuraduría y Contraloría sí están comprometidos en la lucha anticorrupción, deben verse sus frutos de la investigación, al igual que el Ministerio Público y el Poder Judicial de Huánuco. Cuando esto no sucede nos da la sospecha que son gente del grupo de Pedro Chávarry, exfiscal de la Nación o del tristemente célebre magistrado César Hinostroza, prófugo y refugiado en el extranjero.
Los momentos históricos que vive el país requieren el compromiso y la concurrencia de todos nosotros; por ejemplo: ¡Odecma qué casos tiene? ¿Y cuántos de ellos sancionados? Conocemos en parte cómo se manejan los intereses, y es por eso que nunca prosperan las denuncias, ni las sentencias.
Es tiempo de decir BASTA, SI DE VERDAD NOS SENTIMOS ORGULLOSOS DE SER PERUANOS, O SI QUEREMOS A NUESTRA MADRE PATRIA (PERÚ). Basta de cortinas de humo, basta de tantos cenáculos políticos trasnochados, que justifican los robos y la corrupción que siembran la desesperanza, el atraso y la miseria.
Finalmente, aprovecho para saludar a todas las madres huanuqueñas y peruanas, que se suman a esta lucha anticorrupción, porque queremos para nuestros hijos un futuro con esperanza y un presente con justicia y honestidad.