Durante la revisión de su prisión preventiva, el expresidente Pedro Castillo, destituido recientemente, cuestionó enérgicamente su encarcelamiento mientras el exdictador Alberto Fujimori fue liberado por orden del Tribunal Constitucional. Castillo, investigado por rebelión y organización criminal, expresó su desconcierto ante el juez Juan Carlos Checkley: «Si Alberto Fujimori, con una sentencia condenatoria, está libre, ¿Por qué me mantienen encerrado sin haberse encontrado delito alguno?».
El exmandatario argumentó tener arraigo laboral, destacando su condición de docente nombrado y ciudadano reconocido por su comunidad. Afirmó que su detención se basó en investigaciones lideradas por la suspendida fiscal Patricia Benavides, a quien acusó de liderar una «presunta organización criminal».
Pedro Castillo rechazó las acusaciones de intentar fugarse, asegurando que nunca tuvo intenciones de abandonar Perú. A pesar de su detención mientras se dirigía a la embajada de México, afirmó: «Mi lugar de origen es Chota; volveré a ser maestro de aula». Además, denunció presiones durante su mandato y pidió al Tribunal Constitucional que «dignifique» la institución judicial, solicitando su «libertad constitucional».
Este episodio intensifica la tensión política en Perú, donde las decisiones judiciales relacionadas con figuras prominentes generan debate y controversia. La situación legal de Castillo se mantiene incierta mientras enfrenta múltiples acusaciones en un contexto de agitación política