¿Mañana o noche para entrenar? Encuentra tu hora de máximo rendimiento

En el mundo actual, donde el bienestar personal se ha convertido en una prioridad, la actividad física emerge como un pilar fundamental. Sin embargo, la pregunta recurrente es: ¿cuándo es el mejor momento del día para ejercitarse? La respuesta, lejos de ser sencilla, involucra una compleja interacción de factores biológicos, hormonales y hasta emocionales. Determinar el horario óptimo puede marcar la diferencia en nuestro rendimiento, estado de ánimo y, finalmente, en los resultados que buscamos alcanzar. Un estudio reciente de la Universidad de California, por ejemplo, reveló que la hora del día influye significativamente en la eficiencia metabólica durante el ejercicio.

Según la investigación publicada por El Comercio, elegir el momento adecuado para hacer ejercicio va más allá de una simple preferencia personal.

El debate sobre si es mejor madrugar para entrenar o esperar a que caiga la noche se centra en cómo nuestro cuerpo responde a diferentes horas. Por la mañana, los niveles elevados de cortisol y adrenalina pueden favorecer la quema de grasas, especialmente si se realiza ejercicio en ayunas. No obstante, la temperatura corporal más baja podría limitar la flexibilidad y aumentar el riesgo de lesiones. Sergio Pérez, preparador físico de Smart Fit, subraya la importancia de considerar los ritmos circadianos, esos ciclos biológicos de 24 horas que regulan funciones esenciales como la temperatura corporal y la secreción hormonal.

Por otro lado, ejercitarse por la tarde o noche presenta ventajas notables. La temperatura corporal alcanza su punto máximo, lo que mejora la eficiencia metabólica y reduce el riesgo de lesiones. La doctora Melissa Montesinos de Pacífico Salud, destaca que una mayor frecuencia cardíaca y una mejor utilización del oxígeno optimizan el rendimiento físico, especialmente en actividades intensas. Además, el cuerpo muestra una mayor sensibilidad a la insulina y una mejor capacidad para la síntesis de proteínas, lo que favorece el desarrollo muscular y la recuperación.

Más allá de los factores fisiológicos, el cronotipo individual, es decir, la predisposición biológica a estar más activo en ciertas horas del día, juega un papel crucial. Erik Van Iterson, cardiólogo de Cleveland Clinic, señala que las personas matutinas tienden a rendir mejor por la mañana, mientras que las vespertinas se benefician de los entrenamientos en la tarde o noche. Sin embargo, con constancia, el cuerpo puede adaptarse a nuevos horarios si es necesario.

En cuanto al tipo de entrenamiento, el horario puede influir en los resultados. Si el objetivo es perder peso, se recomienda entrenar por la mañana, ya que este momento favorece una mejor oxidación de grasas y un menor apetito posterior. Para quienes buscan ganar masa muscular, el entrenamiento de fuerza o resistencia resulta más eficaz en la tarde o noche, cuando el cuerpo presenta una temperatura más alta y una mayor secreción de testosterona. Un estudio publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research, evidenció que los entrenamientos de fuerza vespertinos producen mayores ganancias musculares en comparación con los matutinos.

Es fundamental que las personas con condiciones médicas o en rehabilitación consideren el horario en que se ejercitan. Los pacientes con hipertensión o enfermedades cardiovasculares deben evitar ejercitarse muy temprano, debido al riesgo de elevaciones bruscas en la presión arterial. En casos de rehabilitación por lesión, la tarde suele ser más adecuada, ya que el cuerpo presenta menor rigidez, mayor temperatura corporal y mejor rendimiento neuromuscular. La clave está en escuchar al cuerpo y adaptar la rutina a las necesidades individuales.

En definitiva, no existe una hora «ideal» universal para entrenar. Lo más importante es encontrar un horario que se adapte al estilo de vida, estado emocional y condición física de cada persona. La constancia y la regularidad son los pilares fundamentales para transformar el cuerpo y mejorar la salud. Antes de comenzar una rutina de ejercicios, especialmente si se planea incorporar máquinas o pesas, es recomendable buscar la orientación de un profesional para evitar lesiones y optimizar los resultados. Un estudio de la OMS revela que la adherencia a un programa de ejercicios es mayor cuando este se adapta a las preferencias y horarios del individuo.