Escrito por: Arlindo Luciano Guillermo
En 1985, año de la publicación de Tres en raya, Jorge Cabanilla no había nacido. La narrativa ingresa a un período de modernización técnica y temática. La tradición y el relato costumbristas son superados por el talento literario, creativo y renovador de Samuel Cárdich, Andrés Cloud y Mario Malpartida. Los seis cuentos de Tres en Raya se convirtieron en libros autónomos: Malos tiempos (1986), Usted comadre debe acordarme (1987) y Pecos Bill y otros recuerdos (1986). En 2014 se publica Agujeros negros de Juan Giles Robles, libro emblemático de la generación Cauce. Jorge tenía 22 años. Jorge Cabanillas encontró afortunadamente un escenario ubérrimo para la creación literaria y la lectura de libros de calidad, con capacidad de propiciar magisterio, influencia en la vocación literaria de jóvenes escritores. Nosotros, los de Cauce, vivimos la vehemente juventud leyendo y admirando a los Tres en raya. Jorge nació en 1992.
Cuentos impunes apareció en 2017 (Ediciones Rocinante. Págs. 81), con un certero, auspicioso y bien ponderado prólogo de Luis H. Mozombite Campoverde, el paladín indiscutible del Movimiento Literario Cauce. Estos 8 cuentos son técnicamente modernos. El narrador omnisciente es apenas un agente secundario del relato, orientador, esclarecedor; mientras que el monólogo interior o dirigido tiene un poderoso flujo de conciencia de los personajes que viven en un mundo hostil y brutalmente egoísta para la felicidad, el bienestar, el equilibrio emocional, con soledades, crisis prolongadas de la existencia, de respuestas violentas y criminales a las circunstancias que no les permiten vivir en paz. Los relatos tienen, casi como un patrón, la alternancia de planos temporales y espaciales que se complementan armónicamente para conducir el relato hacia un final inesperado, intencionalmente sorpresivo, misterioso, incluso ininteligible, que deja perplejo al lector. En enajenación, la infidelidad, el triángulo amoroso y un asesinato preparan el escenario de conflictos insufribles de los jóvenes personajes. El protagonista de Agosto se sumerge en la melancolía avivada por el alcohol, camina solitario por la ribera del río Huallaga, lector de Neruda, el insomnio pertinaz lo consume. Última copa de recuerdo cuenta largas horas en un bar donde los ebrios concurrentes, entre ellos un actor de teatro, discuten sobre el pasado, la política, el desengaño amoroso. En Perentorio un fumador insomne lucha contra el pasado, que no puede arreglar. Impunidades es una reflexión sobre la vida y la muerte y el dolor que provoca la enfermedad. Mishel relata la relación de Mishel y Mario: una es prostituta y el otro un tímido usuario de los servicios de la meretriz, en un contexto de hipocresía social, subversión, utopías, demagogia y recuerdos torturantes. Mishel será enterrada a pesar de la censura pública y la valentía de Mario. Última parada es un cuento que reseña la venganza de Los Nadies por la muerte de Pilón (14), un pandillero del rico Puelles, en un lío de faldas con el Gringo. Condena perpetua entraña una irreverencia contra el sistema, una crítica a la doble moral de la sociedad y una actitud anticlerical.
En 2019, Jorge Cabanillas publica El sendero de las sombras (Ediciones Rocinante. Págs.79) con prólogo de Fernando Carrasco. Los relatos conservan las estrategias narrativas del primer libro, pero con mayor penetración en los temas, la configuración de los personajes y la realidad social. En Magdala ausculta la figura de María Magdalena: ¿célebre prostituta o discípula cercana de Jesús? Holocausto es una travesía por el infierno, tal como lo hizo Dante Alighieri guiado por el poeta Virgilio. Paroxismo revela la personalidad caótica e inestable de un ceramista, que resuelve sus problemas con mujeres destruyendo estatuillas femeninas. En el nombre del padre confluyen la autoinculpación, la crisis emocional, el crimen y la muerte de un próspero empresario. En El sendero de las sombras un profesor mal vestido y aspirante a escritor de cantinas asiste solo a un cementerio a medianoche para pararse frente a la tumba de sus amigos muertos en un accidente. Aquí hay un dato escondido, acertadamente utilizado: ¿cómo murieron los amigos? Carta desde la sombra es el monólogo de un paciente siquiátrico con sus divagaciones, manipulaciones y distorsiones de la realidad.
Huánuco es una ciudad de grandes y talentosos narradores. A los íconos Tres en raya, se suman otros de creación literaria relevante: Juan Giles Robles, Valentín Sánchez Daza, Ronnie Grados, Jorge Cabanillas Quispe; este último es un joven narrador que representa una realidad vigente, cuyos dos libros publicados así lo acreditan. Las frecuentes alusiones a Macondo y Comala dan señales de sus lecturas y de la convicción plena de que la literatura es ficción que en el lector tiene poder de persuasión y verosimilitud. Jorge Cabanillas conoce el oficio de contar ficciones literarias. Lo hace con pericia, audacia técnica y auscultando el drama existencial de los personajes, donde, a veces, sin quererlo, estamos retratados enteros. Los libros de cuentos de Jorge Cabanillas son esperanzadores, con mucha expectativa, cuya lectura es un deleite, una aventura para recorrer los laberintos existenciales, los monólogos extraviados y las voces múltiples de los personajes, tan bien construidos; comprueban que la modernidad narrativa en Huánuco tiene continuidad. Jorge apenas tiene 28 años. Las lecturas, la exploración y la búsqueda de otros caminos narrativos (más audaces que Cuentos impunes y El sendero de las sombras) harán posible que pronto leamos más libros de él. Mishel, Última parada y El sendero de las sombras son cuentos de alta factura estilística, estética, con un gran poder de persuasión, con intrepidez en el empleo de técnicas narrativas sofisticadas, que deben integrar, obligatoriamente, cualquier antología de la narrativa juvenil del Perú.