El arte académico y popular, las costumbres, la historia, los saberes ancestrales, el refranero, el dilecto peculiar y la gastronomía constituyen los pilares fundamentales de la identidad cultural, ese sentimiento irrenunciable de pertenencia con la “pequeña patria” (sin proscribir la cultura clásica ni cosmopolita), testigo de nuestro nacimiento, crecimiento físico y profesional y peregrinación hasta la muerte. No existe ciudadano, digital, global o liberal, sin identidad cultural, sin un ADN cultural.
El Día de la Canción Huanuqueña es una gran oportunidad para recordar categóricamente que los huanuqueños tenemos y disfrutamos de música propia, con características melódicas y temáticas peculiares; contamos con músicos, compositores, intérpretes de reconocida calidad y trascendencia. Huánuco es cuna privilegiada de Daniel Alomía Robles, Nicolás Vizcaya Malpartida, Andrés Fernández Garrido, Wilde Palomino Anderson, Roel Tarazona Padilla, Francisco Pulgar Vidal (hermano de Javier), los hermanos Cabanillas, Vilma García Negrete, Gumercindo Atencia Ramírez, José Zevallos, Véder Rétiz Bedoya y otros músicos y trovadores que prestigian la música tradicional huanuqueña, la defienden y cultivan con afecto de hijo agradecido y paciencia de orfebre. La identidad cultural no es discurso elocuente de Cicerón, un goce sibarítico o un deleite momentáneo, sino una actitud práctica y de visible involucramiento, también de conocimiento, valoración, información, investigación, promoción, difusión y empoderamiento en los medios de comunicación, en las instituciones educativas y en las instituciones públicas y privadas. Huánuco ha sido la “segunda patria” de notables músicos y trovadores que llegaron y se quedaron para siempre: Rodolfo Holzmann Zanger, Ubaldo Fernández Fiestas. Elías Matienzo Guillén.
¿Cuáles son (o serían) las canciones que todo huanuqueño de ayer y de hoy debe escuchar y deleitar para valorar y reforzar la identidad cultural? ¿Cuál es la melodía huanuqueña que conmueve la sensibilidad y alborota las entrañas del huanuqueño?
- El cóndor pasa. Es el himno cultural de Huánuco. Es la melodía emblemática compuesta por Daniel Alomía Robles. Nos enorgullece cuando la escuchamos o cantamos aquí o en cualquier escenario del mundo.
- Los Negritos de Huánuco. Es nuestro ADN cultural, que llevamos tatuado desde que nacemos hasta que morimos. Es patrimonio nacional y DNI cultural.
- Yo soy un Pillcomozo. Vals de Isaac Villanueva Coz. Contiene significativos referentes de la identidad cultural: ciudadano shucuy, gastronomía, río Higueras, mujeres hermosas, Pillcomozo, campiña, etc.
- Cuando salí de mi tierra. Canto de despedida de la tierra nativa y de retorno nostálgico al “cielo azul” de Huánuco.
- Huanuqueñita pretenciosa. Es un canto a las actitudes peculiaridades de la mujer huanuqueña. Es el canto a la mujer esquiva
- Mensaje a Tingo María. Ubaldo Fernández Fiestas. Es un canto sincero de un trovador foráneo a la naturaleza y a la Bella Durmiente de Tingo María.
- Bajo el cielo huanuqueño. Vals tradicional que revela los azares del destino, la soledad y la desdicha “bajo el cielo huanuqueño”.
- Paltos hermoso (o Desde mi barrio huanuqueño). Muliza pausada de carnavales, de pertenencia barrial, escrita por Reynaldo Suárez Cabrera. Exalta la fiesta popular en los barrios tradicionales de Huánuco.
- A la vida le he pedido, Huayno de Andrés Fernández Garrido que canta la devoción y admiración a la mujer huanuqueña.
- Ojitos negros. Yaraví de Wilder Palomino Anderson. Junto a Despedida, La suerte de mi destino y Maldición a la mujer, es un yaraví emblemático que concentra el dolor del amante por la ingratitud y desdenes de la mujer.
- Huánuco viejo. Vals de Roel Tarazona Padilla y música de Arturo Caldas y Caballero. Es una oda y una protesta, desde la visión del viajero, sobre Huanucopampa, otrora centro administrativo y escenario de la fundación de Huánuco en 1539.
- Linda huanuqueña. Huayno de Nicolás Vizcaya. Referente del huayno tradicional huanuqueño, donde se funden el sentimiento, la melodía y la poesía sencilla.
- Amor pañaco. Exaltación de la belleza y admiración apasionada mujer panatahua, cuya autoría le pertenece a Elías Matienzo Guillén.
- No lo digas, Huayno tradicional de José Zevallos Ramos. Es un canto al desengaño, al dolor causado por la extinción del sentimiento amoroso y la renuncia total a cualquier otra oportunidad.
- La pashpita. Hermoso huayno de los hermanos Cabanillas, que rescata el habla dialectal de Huánuco.
Estas canciones concentran casi íntegramente las características de la música tradicional huanuqueña: variedad de género (huayno, vals, muliza, yaraví), presencia de la poesía intuitiva, sencilla, espontánea, referentes geográficos e históricos de Huánuco, composición musical tradicional y polos de acción musical (Huánuco, Ambo, Huamalíes, Dos de Mayo). Estas melodías representan nuestra identidad cultural y musical; escucharlas nos recuerda que nacimos, crecimos y vivimos en Huánuco. Mientras escribía este artículo, disfrutaba La marcha turca de Mozart y los valses de Chopin.