Es un atentado a la libertad de expresión

El proyecto de ley presentado por el congresista Abel Reyes de la región Huánuco, es claramente un atentado a la libertad de expresión y de prensa de nuestro país. Si bien es cierto, la democracia en nuestro país está muy lejos de ser perfecta, la libertad de expresión y de prensa son dos pilares que sostienen esta frágil democracia.

Abel Reyes, a quien no se le conoce en esta tierra, excepto por haber salido congresista, presentó un proyecto de ley para prácticamente amordazar a la prensa.

Definitivamente, una intención nada sana para la democracia.

Abel Reyes señala que es de necesidad pública e interés nacional el espectro electromagnético y radioeléctrico, y que esto podría ampliarse a todos los medios de comunicación. Dentro de sus artículos señala los siguientes términos:

En su artículo 4, “Indica que en caso de emergencia, el Gobierno podría dictar medidas “temporales” que deberán ser cumplidas por los operadores, proveedores y usuarios de telecomunicaciones”.

Asimismo, se menciona que “El Gobierno con carácter excepcional y transitorio, podrá asumir de manera temporal la prestación directa de determinados servicios o la explotación de ciertas redes de telecomunicaciones cuando sea necesario”.

Hay que entender que cualquier intento de acallar a alguien o a alguna institución es un delito que viola los derechos humanos, de acuerdo a la Constitución. Es mucho más preocupante, si pretenden controlar a los medios de comunicación.

Muchas personas no entienden la gravedad de la situación. Si bien es cierto que hay un sector de la prensa que es abiertamente opositora de la gestión y del partido de gobierno, bajo ningún motivo esto implica, o siquiera sugiere, que se pueda intentar maniatar a la prensa a expresarse.

Estos casos se han dado en Venezuela, donde un sector de la ciudadanía no consideraba estas medidas como peligrosas, pero cuando se dieron cuenta que ya estaban en una dictadura, era muy tarde.

Tenemos que pensar y actuar razonadamente y con mucha madurez, no se puede tolerar ningún abuso de poder, pues el objetivo es simple y llanamente poner una mordaza a los periodistas, a los medios de comunicación y al derecho a expresarse.