Por: Mg. Econ. Ángelo Sánchez Lopez
El Puerto de Chancay ¿Está en Peligro por la incertidumbre política? El Perú ha sido, por años, un destino favorito para las inversiones extranjeras. Y no es para menos: recursos naturales abundantes, ubicación privilegiada en Sudamérica y crecimiento económico sólido, ha atraído a gigantes internacionales, especialmente de China. Un ejemplo de esto es el Puerto de Chancay, una obra de infraestructura que promete revolucionar el comercio entre América Latina y Asia. Pero, ¿qué sucede cuando la política juega en contra del progreso? Imagina un país que, sin la ayuda del capital extranjero, no podría construir grandes obras ni generar miles de empleos. Eso es lo que ocurre con el Perú, donde inversiones de países como China no solo financian proyectos, sino que también traen tecnología y conocimiento. El Puerto de Chancay, por ejemplo, busca convertirse en un centro logístico de clase mundial, abriendo nuevas puertas para el comercio global. ¡Un proyecto gigante que pondría a Perú en el mapa del comercio internacional! La inestabilidad política en Perú ha generado más de una preocupación entre los inversionistas. Entre cambios de gobierno, conflictos entre el Congreso y el Ejecutivo, y protestas sociales, las empresas extranjeras comienzan a preguntarse: “¿Es seguro seguir invirtiendo aquí?”. Cuando un país atraviesa este tipo de turbulencias, muchas veces los inversionistas deciden llevarse su dinero a otro lugar más estable. Es lo que llamamos “fuga de capitales”, y no es una buena noticia para el desarrollo. ¿Cómo afecta esto al Puerto de Chancay? Aunque las empresas chinas suelen pensar a largo plazo, la incertidumbre política puede poner en riesgo proyectos como el del Puerto de Chancay. Si las reglas del juego cambian constantemente, o si no hay claridad sobre las políticas económicas, los inversionistas pueden decidir reducir el ritmo de sus inversiones o, peor aún, retirarse. Esto significaría un golpe duro no solo para el puerto, sino para la economía peruana en general. ¿Cómo evitar que se vayan los inversionistas? ¡La solución no es mágica, pero sí posible! Para evitar que los capitales extranjeros se vayan, Perú debe ofrecer estabilidad. Esto significa que el gobierno debe crear un ambiente de confianza, donde las reglas sean claras y no cambien de un día para otro. Además, incentivos fiscales, políticas transparentes y un diálogo abierto entre los sectores políticos y sociales pueden hacer la diferencia. Es un trabajo conjunto que permitiría que el país siga siendo atractivo para gigantes como China. Y a la pregunta ¿Está en riesgo el Puerto de Chancay? Por ahora, el proyecto sigue en marcha, pero la pregunta está en el aire: si la inestabilidad política se mantiene, ¿hasta cuándo aguantarán las inversiones? El Puerto de Chancay es clave no solo para el comercio internacional, sino para miles de empleos y el desarrollo de la región. Con un poco de orden y claridad, el Perú podría asegurarse de que este megaproyecto llegue a buen puerto, ¡y con él, un futuro lleno de oportunidades!