Editorial. El pueblo y su derecho a la protesta

Vaya marcha. Cientos de miles de personas salieron a marchar ayer en todo el país. Todos ellos hablaron fuerte y claro, que este gobierno no los representa. En especial la juventud peruana salió a las calles a reclamar y a protestar contra el gobierno ilegítimo e ilegal del iletrado Manuel Merino. Vale reconocer que no tiene ningún título o grado que lo respalde.

En nuestro Perú, pocas cosas pueden sorprendernos en política, ya hemos visto mucho de todo y aunque sabemos que la corrupción está más ocupada que nunca por las ‘oportunidades’ en pandemia, ya poco nos sorprende. Sin embargo, este no lo habíamos visto, el tener tres presidentes en menos de cuatro años. Obviamente, es un producto de nuestra débil democracia, un sistema bastante corrupto y además, de contar con un nivel cultural bajo en un gran sector de la población que permite que salgan elegidos como autoridades cualquier tipo de personajes e incluso delincuentes.

El rechazo ciudadano es contundente tanto al Congreso como a Merino. En solo tres días del golpe de Estado, hemos podido ver que ya han empezado a intimidar a la Sunedu. La reciente jurada ministra de Justicia ha pedido la renuncia del procurador a causa de la demanda competencial del caso Vizcarra al TC. El presidente del congreso, que tiene más de 55 denuncias de cuando fue gobernador de la región la Libertad, ha expresado que  quiere liberar a Antauro Humala para que participe de las elecciones del 2021.

La marcha de ayer jueves posiblemente sea la más grande que se ha vivido en los últimos veinte años, si tomamos en cuenta la marcha de los Cuatro Suyos que encabezó el ladrón Toledo. En el caso de Huánuco, nunca antes se había visto a la población exigir y demandar por sus derechos de tal forma. Tal vez los mensajes en los carteles tengan mucho que ver, “Merino, te metiste con la generación equivocada”. Un hecho extraordinario.

La marcha comprendía varias cuadras, sin embargo, se terminó dividiendo en tres grupos, por afanes de protagonismo de algunos de sus líderes. Esto definitivamente, terminó por debilitar y restar fuerza a la demanda.

Estamos viviendo en total inestabilidad y caos. Y se vienen aún tiempos más difíciles.