EDITORIAL. A tener paciencia

Las nuevas autoridades recién se están instalando en sus cómodas oficinas y lo primero que hallarán serán cientos de problemas, que de a poco y con no pocos dolores de cabeza deberán resolver.

No hay que perder la serenidad ni la unidad. Seguro que hay intereses mezquinos dentro de las mismas instituciones, que deberán analizar con lupa, realizar una reingeniería del personal, de ser posible rotar los cargos, ya que cada gestión deja su “gente” agazapada para entorpecer las gestiones.

Posiblemente, el alcalde ‘Locky’ Villavicencio no podrá conciliar el sueño buscando las soluciones para el caótico servicio del transporte público, ordenarlo no le será fácil pero tampoco imposible, es cuestión de dialogar, hacer sentir el principio de autoridad, el respeto desde y hacia la municipalidad y, como ya se anunció, pronto atacará el problema y comenzará el reordenamiento. No debe haber más autorizaciones de paraderos, con un trabajo coordinado con la PNP y con el apoyo de la población no abordando los vehículos en cualquier lugar sino solo en sitios autorizados, se podrá lograr el objetivo. De igual manera, evitar la  entrega de licencias a más trimóviles, porque nuestras angostas calles, que sumado a una invasión de vendedores ambulantes, están completamente saturadas e impiden el normal desplazamiento de los niños, jóvenes, adultos y ancianos, al extremo que no podemos cruzarlas a riesgo de sufrir accidentes.

Se vislumbra que Villavicencio está llevando un buen equipo técnico en las gerencias y subgerencias, quienes con un trabajo transparente y aplicando las normas estrictamente, podrán hacer realidad el logro de sus objetivos y con ello el beneficio de los miles de ciudadanos, de vivir en una ciudad ordenada, limpia y un lugar tranquilo  para vivir.