Experimentado cineasta comenta sobre su visión del cine, su experiencia y planes para el 2023
Por: Iraldia Loyola
El año pasado, en el marco del 9° Festival de Cine Huánuco (Fenaci), la organización rindió un homenaje a Daniel Rodríguez Risco, por su trayectoria y aporte al cine de suspenso y terror. Hemos tenido una amena entrevista en las instalaciones del Real Café Tomaykichwa, con el escritor, cineasta y educador peruano. Aquí lo compartimos.
¿Cuáles son sus primeras impresiones del Festival?
El Festival de Cine Huánuco es un caso inédito, es un festival regional que ha logrado mantenerse en el tiempo. La permanencia es un valor importante y difícil de lograr. En el Perú es muy difícil hacer cosas, es un mérito muy grande estar próximos al décimo aniversario. Segundo, la selección de las películas me parece que ha sido excelente, varias de ellas no se han estrenado todavía en salas, algunas han ido a festivales internacionales y han recibido premios, entonces los participantes y asistentes hemos tenido la oportunidad de ver las primicias.
Tercero, el factor educativo iniciado en el laboratorio con Héctor Gálvez ha sido una iniciativa fantástica. Ojalá que este proyecto se contagie y que los estudiantes o participantes continúen profundizando sus conocimientos a través de las experiencias que vayan teniendo entre un taller y otro a lo largo del tiempo. Creo que son los 3 aspectos fundamentales dentro de lo que es el festival.
El festival le ha rendido un homenaje, sin embargo, en nuestro país, se suele hacer el homenaje cuando ya el creador o el autor no está presente físicamente. ¿Cómo ha tomado esto?
Sí, totalmente de acuerdo. Para empezar muy honrado con este homenaje, contento, emocionado y agradecido. Gabriel Quispe, que fue quien realizó la memoria sobre mi biografía, mencionó precisamente eso, el hecho de que en el Perú estos homenajes ocurren cuando la persona o ya murió o ya está retirada con problemas de salud, a veces ni siquiera puede estar presente. Recibirlo es como una especie de empujoncito motivador para seguir trabajando y, bueno, el reconocimiento de tus colegas, sobre todo es algo que uno aprecia más, incluso que el reconocimiento público. Porque viene de personas que trabajan en lo mismo que tú.
En el master class, ha mencionado que “la escena final expresa la filosofía del director”, ¿es así?
Efectivamente, es importante tener una premisa antes de filmar una película, porque si no, se vuelve todo muy fórmula. Uno pone las fórmulas, un objetivo y obstáculos al protagonista, siendo así todas las películas serían muy parecidas. Entonces hay algo que atraviesa de alguna manera la película, es la premisa, que es como una tesis. La película es una construcción dramática, entretenida, que te emociona, pero al final también es una tesis que tienes que probar y la pruebas a través de la estructura dramática de la película. Más allá de que la escena final demuestre la filosofía del director o del guionista, la película misma es la demostración de una tesis donde el protagonista encarna la antítesis al inicio de la película y encarna la tesis al final de la película, es un poco el arco de lo que es la construcción dramática.
Entonces me parece interesante que las películas no solamente se limiten a entretener y a usar la fórmula para lograr que el público reaccione de la manera que el director o el guionista quiere. Si no que hay un tema atrás. La escena final o escenas finales constituyen la filosofía, es muy importante no equivocarse a la hora de pensar en esa escena, así como no equivocarse en ningún momento, pero en la última no hay que equivocarse.
Durante el festival hemos apreciado “Trilogía muda”, para los críticos es un retorno al cine mudo.
Esencialmente, hace poco leí una frase de Mario Benedetti “El mejor diálogo es el de nuestras miradas”; bellísima, pienso lo mismo. Y hay un reto, que es ponerte limitaciones y estas te permiten ser más creativos. El cine en regiones tiene limitaciones ya sean económicas, poder atraer elencos, hay todo un tema que viene a ser ya casi un problema estructural. Esas limitaciones hacen que el cine regional busque alternativas y tiene que ser muy inteligente. Al final no es tanto lo que cuentas, porque todos tenemos historias interesantes que contar, somos singulares con una experiencia interna y externa, es como lo cuentas, esa es la clave. Entonces las limitaciones te ayudan a ser más creativo.
Dentro del cine es muy difícil ingresar a las grandes cadenas internacionales, ha ingresado con el tema del terror y suspenso a Netflix, HBO.
En realidad es algo que se va dando a medida que haces una película que resuene mucho en el público y en los críticos (si vas por el lado más festivalero y artístico). Si no, es muy difícil que te tomen en cuenta. Una vez que logras eso ya tienes los distribuidores, los agentes de venta te empiezan a buscar. En este círculo virtuoso tienes mayores posibilidades. Lamentablemente tienes que tener un hit, en mi caso fue “El colchón”(corto), que lo vió una profesora de Nueva York le gustó mucho y me dieron una beca para estudiar una maestría en cine. Un corto que hicimos sin dinero, lo filmamos en dos días, esa fue una oportunidad. Luego, el vientre fue una película que explotó, fue una cosa que funcionó muy bien, en el público y la crítica y a partir de entonces ya fue un camino que me resultó más fácil.
Si regresamos 20 años, ¿qué ha cambiado en el cine peruano?
Los obstáculos han disminuido, antes tenías que tener una lata de 35 mm para que la duración sea 4 minutos y medio y te costaba casi 400 dólares (imagínate si había un problema técnico, etc.). Ahora prácticamente puedes filmar una película con el celular, el costo de producción es mucho más bajo. El lado negativo de eso es que hay más oferta de contenidos, mucha competencia. Cuando comencé con los cortos en celuloide eran algo más de 150 cortos dando la vuelta por el mundo, ahora, postulé al Festival de Cannes y me entero que habían postulado 70 mil cortos y escogen 5.
Hay una producción muy grande, muy irregular también. Hoy el guionista es el rey, es el papel que se ha valorado actualmente. Hay una menor barrera de entrada, pero hay también mayor competencia, esos son los dos factores clave, los cambios fundamentales.
Se ha tenido la proyección de películas como «Mata indios», «Tiempos futuros», «La Pampa». ¿Cómo ve la proyección del cine peruano?
Por un lado, surgen nuevos valores, y otros que se consolidan. Me parece que los tres casos que has mencionado, son películas de autor, esencialmente. Valoro mucho las películas de autor porque son honestas, que se han hecho con un fin artístico y también en el caso de algunas para mostrar una posición que puede ser política, psicológica, social, etc. Películas que están muy bien hechas, entonces creo que tienen posibilidades muy fuertes, algunas ya las están teniendo en el circuito de festivales. Ninguno de los tres son películas comerciales (no todas tienen que serlo). Estas son las que van a quedar en el tiempo. Las que van a pasar a la historia. Las otras creo que se van a quedar olvidaditas, por más que hayan generado más dinero.
¿Para qué sirve el cine?
Es una pregunta difícil. El cine es como el espejo de un país, al ser un espejo, mientras más difusión tenga dentro y fuera de las fronteras de tu país, es una forma de difundir la cultura, la visión del director, guionista, en fin. En mi caso, es una necesidad expresiva, fuera de las películas por encargo, hago un cine que de alguna forma me sirve como terapia psicológica. Son temas que tengo en el subconsciente, experiencias dolorosas que trato de alguna manera expurgar a través del cine y la literatura también. Para mí el cine es como una terapia, creo que me he ahorrado mucho dinero en psicoanalistas escribiendo cine (Risas).
Existe nueva ley de cine, dentro de los cambios o reformas, ¿hay cosas urgentes?
Esencialmente lo bueno ha sido que ha aumentado el fondo económico. Hay cosas urgentes como: una cinemateca (es como si se estuviera incendiando el pasado y no lo estamos apagando). No tenemos lo que se llama una film commission, y no tenemos beneficios tributarios para la exportación de servicios audiovisuales, tres temas fundamentales poniendo en primer lugar la cinemateca.
Finalmente, ¿qué proyectos está trabajando?
He filmado en abril(2022) una película que se llama “Cuadrilátero”, que está en post producción y se estrena el 2 mayo (2023). Estoy filmando una nueva película que se llama “La Costurera”, he tenido la suerte que ha ganado el premio a proyectos de ficción de largometraje de la Dafo. Es una película que estamos filmando con mucha producción digital, se va a filmar con pantallas. Estoy muy contento de volver a trabajar con Mayella Lloclla que es la protagonista de “El vientre”, por segunda vez voy a volver a trabajar con ella como protagonista.