Crisis del Hospital Hermilio Valdizán 

El Hospital Regional Hermilio Valdizán se encuentra en una situación crítica debido a una serie de problemas que van desde la mala administración hasta el maltrato a los pacientes. A continuación, presentamos una revisión detallada de la situación y proponemos posibles soluciones.

La Contraloría General de la República ha realizado una inspección al hospital y ha encontrado que el local para atender a los enfermos se encuentra en malas condiciones. Además, los alimentos son adquiridos sin licitaciones y sin conocer las condiciones de higiene y donde las compras se realizan en pequeñas cantidades para realizar procesos de compra directos y evitar las licitaciones. 

Asimismo, los almacenes no tienen las condiciones adecuadas para guardar los alimentos, ya que no cuentan con cámaras para el enfriamiento y conservación de los mismos. Además, las frutas, carnes y verduras se almacenan en un solo espacio, lo que aumenta el riesgo de contaminación. Para colmo, el almacén de alimentos se encuentra cerca del depósito de residuos del hospital, lo que aumenta aún más el riesgo de contaminación.

Esto es sumamente preocupante que suceda en una institución donde se supone que el respeto a la vida y la salud debe de ser no solo un frase para la pared, sino un compromiso y una identidad. Es penoso ver este tipo de hechos en casi todas las instituciones públicas, donde solo se adornan de frases bonitas, pero que a la hora de la verdad están muy lejos de la realidad. 

La falta de supervisión, preocupación y desidia por la salud es evidente en el Hospital Hermilio Valdizán. Curiosamente, la Diresa no ha tomado medidas para solucionar los problemas antes mencionados, lo que hace suponer que exista un similar nivel de compromiso y de desidia por la salud de Huánuco. Como consecuencia, se pone en riesgo la salud de los pacientes y la población en general.

Si bien es cierto, que es necesario mejorar o implementar sistemas de control y supervisión, lo más importante sería colocar profesionales con verdadero don de vocación y empatía. Que no solo que en frases bonitas y ceremonias y protocolos. 

Se debe verdaderamente de demostrar respeto y consideración para ciudadania.