Hace poco hemos visto un gravísimo crimen ambiental en nuestra región. La relavera de una minera cercana al río Huallaga terminó colapsando y como resultado toda la zona fue afectada, más aún, el mismo río.
Este preocupante hecho ha pasado casi desapercibido en la población y en las autoridades, lo cual es bastante lamentable.
Entendemos que este crimen ambiental, haya coincidido con el cambio de gestión de las autoridades locales y regionales y las actividades de fin de año, sin embargo, no se puede entender la indiferencia que se ha mostrado y se sigue mostrando las autoridades competentes.
Lo que ha sucedido es un crimen contra nuestros recursos ambientales. Los relaves mineros son un subproducto del proceso de extracción de minerales y contienen una variedad de sustancias altamente tóxicas, como metales pesados y productos químicos utilizados en la minería.
Si estas sustancias entran en contacto con el agua del río, pueden hacerla tóxica para el consumo humano y para la vida acuática. Así que al cabo de varias horas decenas de peces murieron instantáneamente en la zona.
Es importante darse cuenta de que el derrame de relaves mineros puede tener un impacto devastador en la biodiversidad del río. Los relaves mineros no solo pueden matar a la vida acuática, sino que puede tener un impacto en la cadena alimenticia y en la salud del ecosistema del río a largo plazo.
Peor aún, el derrame de relaves mineros puede tener un impacto económico negativo en las comunidades que dependen del río para su sustento. Las actividades de pesca y turismo acuático pueden verse afectadas si el río se contamina, pues ya no es seguro para estas actividades.
Sin embargo, a pesar de lo grave de la situación, se ha demostrado una indiferencia inexplicable (y hasta cómplice).
¿Dónde están los congresistas, los colegios profesionales y entes encargados? En el caso de las nuevas gestiones regionales y municipales esperemos se pronuncien lo más pronto posible.
Más allá de este hecho, que es crítico, genera igual o mayor preocupación la pasividad e indiferencia de todos los sectores y población en general.
Debemos de tener en cuenta que cuando los ciudadanos no muestran interés por abordar los problemas que enfrenta su sociedad, estos son muy probables de continuar sin ser resueltos.
La indiferencia también puede dificultar el progreso y el desarrollo de la región. Los problemas sociales y políticos no resueltos pueden ser un obstáculo para el crecimiento y el cambio positivo.
Penosamente, tenemos un gran sector de la población que es muy crítica de ciertos temas, sin embargo, cuando ocurre este tipo de hechos tan dañinos, simplemente, no dicen nada.