MILWARD Ubillús Trujillo *
Como era de esperarse, más temprano que tarde la pandemia del coronavirus –Covid 19-, llegó a Huánuco y como en toda comunidad ha causado una histeria colectiva, expresada en el temor y la desesperación de enfrentar cara a cara a la muerte. A pesar de las acciones y disposiciones desesperadas dictadas por un gobierno, cuyo sector Salud tiene experiencia demostrada en anteriores epidemias de las que salió bien librada, como el cólera en el año 1991, que nos cobró 323,000 afectados y 2900 fallecidos, mucho menor que en otros países. De la epidemia de la Enfermedad de Carrión entre 2003 y 2005, que afectó a 10 000 personas aproximadamente, de la epidemia de la Influenza AH1N1 en 2009 que causó 9000 infectados aproximadamente, falleciendo alrededor de 190; y la última epidemia del dengue en 2017 con casi 70 mil afectados.
Igualmente nos sorprende con un sistema de salud debilitado, ineficiente y desbordado. Sin embargo, se debe resaltar que ante una epidemia ningún sistema sanitario de ningún país del mundo, por más eficiente, sólido y preparado que sea, puede enfrentar y superar la crisis de manera unilateral, sin la participación adecuada y el apoyo de la comunidad. En ese sentido el éxito de superar la epidemia del coronavirus –covid 19- en el Perú y particularmente en nuestra región Huánuco, va a depender de la medida en que nuestra población éste preparada.
Conozca cómo actuar ante ésta nueva enfermedad colectiva y sobre todo en asumir y cumplir la responsabilidad social que le toca a cada persona de manera individual. Esta nueva patología poblacional que amenaza a la salud pública y a la salud global, tiene sus particularidades como toda pandemia. A diferencia de otras epidemias su trasmisión se da de dos formas: de manera directa de persona a persona y también de forma indirecta a través de objetos contaminados, o sea de objeto a persona, siendo ambas formas igual de eficientes para el virus en contra de los seres humanos.
La transmisibilidad del microbio es baja en personas asintomáticas, pero se dá, y el período aproximado de latencia es de dos semanas, que ha sido establecido a través de los estudios epidemiológicos y clínicos, por lo que es importante la vigilancia en personas que han tenido contacto con casos positivos o con contactos sospechosos, aún cuando no presenten ningún síntoma respiratorio. Las personas que tengan sintomatología respiratoria y hayan estado en contacto con casos positivos o en zonas donde circula el virus, deben acudir al sistema de salud para los estudios de descarte correspondiente, y aquellos que tengan cualquier síntoma de dificultad para respirar, sin importar la causa, deben acudir de inmediato a ser atendidos en un establecimiento.
En el 80 % de la población, esta epidemia pasará inadvertida o con síntomas leves. En el 15 % se presentará con complicaciones que serán resueltas por el sistema de salud, pero en un 5 % aproximadamente sí será muy grave y complicada, pudiendo terminar lamentablemente en el fallecimiento. En éste último grupo está la población en mayor riesgo que son las personas que padecen enfermedades crónicas, los adultos mayores y las gestantes y es precisamente a ellos a quienes tenemos que cuidar. Ese 80 % que no tendrá mayor problema en el que están los jóvenes y adultos, son los que deben demostrar su compromiso social y su solidaridad colectiva, cumpliendo con mayor énfasis las recomendaciones y las medidas de prevención que dicta la autoridad sanitaria. Protegiendo a nuestros niños, ancianos y población vulnerable.
El gobierno ha dictado severas medidas, tarde o temprano ya no importa, ahora debemos cumplirlas. Se ha declarado una “cuarentena social“ con todas las medidas que buscan que estemos en casa, que no participemos de eventos de conglomeración y de grupos, estamos ejerciendo una medida de protección sanitaria pública y no estamos de vacaciones y esa es una de las medidas sanitarias que mejor resultado ha demostrado en ésta pandemia. Cumplamos con lo que nos toca hacer, no salir si no es estrictamente necesario, no dar la mano ni saludos con besos, no compartamos utensilios y lavémonos las manos con agua y jabón permanentemente, si nos indican aislamiento domiciliario pues cumplámoslo.
Invoco a su responsabilidad social y solidaridad, si lo hacemos saldremos adelante con seguridad.
* Médico Cirujano. Maestría en Epidemiología Clínica. Máster en Salud Pública.