Por Israel Tolentino
Llega el Día de la Madre, con rapidez, seguramente la mamá nuestra y la esposa serán las homenajeadas y del saludo, pasaremos al abrazo y el almuerzo y al trabajo nuevamente. Hace mucho hemos olvidado a las madres que hacen la patria, no desde el congreso, sino desde tierras lejanas, para ellas el reconocimiento y el cariño creciente. Recordar primero, nombres de cuantas madres descansando el sueño eterno, dice Gabriela Mistral: Te acostaré en la tierra soleada con una dulcedumbre de madre para el hijo dormido, y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
En el mundo andino tenemos La Pachamama, escribe Alba Fernández, en La vanguardia de España: divinidad de la cultura inca que representa nuestro planeta, la tierra en la que vivimos. En países como Bolivia, Perú, Ecuador, Argentina o Chile, los pueblos quechua y aimara veneraban a la diosa Pachamama o Mama Pacha. La palabra pacha es una expresión de las lenguas indígenas que define la tierra, el mundo, el tiempo y el universo. No es solo la tierra que pisamos y la naturaleza que podemos percibir, sino también el ciclo de vida que comprende. Este día es un buen inicio para volver a esa unión. Saludo a las madres cercanas que debo agradecer por sus bondades y amistad; Lucía Agapito, María Torres, Delfina Nina, Nereida Apaza, Daniela Ortiz, Liliana Ávalos, María Luisa Castillo, Edith Cutipa, Gloria Quispe, todas ellas artistas, locomotoras de sus hogares y esta nueva composición del paisaje artístico nacional.
Hace poco, caminando por la Gran Vía en Roma, preguntaba sobre su fundación y la mitología romana, cuenta de Rómulo y su hermano gemelo Remo, los fundadores de la ciudad de Roma. Eran hijos de Rea Silvia y Marte (en otras versiones, del semidiós Hércules) y su historia ha sido documentada por muchos autores, incluido Virgilio, quien explica que su nacimiento y aventuras estaban destinados a ocurrir para que Roma fuera fundada. El destino les puso a Amulio, quien condenaba a que los gemelos fueran sepultados en vida, arrojados al río Tíber o abandonados a su suerte, pensando que, si los gemelos no morían por la espada sino por las inclemencias de la naturaleza, él y su ciudad se librarían del castigo de los dioses. Ese mismo destino les cambio la suerte, el sirviente encargado de ejecutar la orden, se apiadó de los gemelos y les perdonó la vida. Entonces colocó a los gemelos en una canasta y la dejó en el río Tíber, y el río los llevó a un lugar seguro. Los gemelos fueron encontrados por una loba (lupa), quien los amamantó, y fueron alimentados por un pájaro carpintero (picus). (Fuente: encyclopedia world history).
En tierras lejanas, laten corazones por esta patria, Uta Schroder, mamá de Davide, Julius y Lukas, mujer que conoce Huánuco y ha subido a pie hasta la laguna de estanco, pernoctado varias semanas entre Huácar, Tingo María. Quiere a esta tierra, a su gente sencilla, a esos lugares donde la naturaleza se vincula aún con el ser humano. Gladys Cuevas, mamá de Felipe y Karol, ella desde hace mucho a aprendido a vivir entre los Andes y los Alpes, a buscar en caminos extraños otra mirada para la vida de su familia, sin dejar de trabajar y apoyar a su primera tierra. Chell Castillo, mamá de María, Rosa y Pedro, quien radica en Roma y cada mañana sube la colina Palatino, que sirve de mirador para las postales conocidas romanas y con el Vaticano como fondo, recoge a Pedro de la escuela; sus hijos crecen y juegan bajo los olmos y la arquitectura renacentista. Maribel Medina, a quien no le pregunté los nombres de sus hijos ni cuantos eran, ha fundado el restaurante Perú en Firenze, donde peruanos y latinos mantienen en su mesa, el delicioso arroz con leche, la mazamorra morada, leche asada, ceviche, arroz con pollo y el infaltable pollo a la brasa, todos estos sabores nacionales muy cerca a la estación Santa María Novella, a siete cuadras del Duomo de la catedral Santa María del Fiore, la famosa cúpula construida por Filippo Brunelleschi. ¡Para ellas mi gratitud!
Al agasajo maternal no podía faltar la obra de un artista contemporáneo, Francesco Vezzoli (1971), quién en la emblemática Piazza della Signoria, lugar donde ha tenido como protagonistas a célebres artistas internacionales en los últimos años, tiene instalada la obra PIETÀ (2021) Clásico tema donde la madre protege al hijo yacente, mucho más significativo en este contexto de guerra, donde algún grafitero anónimo a pintado a la madre y el hijo con los colores de la bandera de Ucrania, una obra escultórica con un monumental león rampante, aplasta entre sus fauces una cabeza romana antigua y bajo ese salto, la madre que protege el cuerpo del hijo.
Finalmente, en este día significativo, reiterar mi gratitud a mi mamá Mercedes Cotrina y preciosa esposa Rosa Elena Tiburcio, ellas siempre cerca, en las buenas y en las malas, a tía Juanita y Elenita, a mi querida hermana Melina, sin su apoyo esta historia huanuqueña no sería posible. ¡A mantener el coraje infatigable madre huanuqueña! (Amarilis, mayo 2022).
Escultura Pietá de Francesco Vezzoli Pachamama
(Piazza della Signoria, Florencia).