Capilla de 300 años en riesgo: Consorcio y gobierno regional no cumplen con restauración prometida

Pobladores denuncian que consorcio Llicua habría hecho destrozos y no paga suministro eléctrico 

Marco Gutiérrez Baldeón, presidente del Comité Pastoral de la Capilla de Llicua, exigió que el Consorcio Llicua asuma la responsabilidad por los daños y gastos ocasionados durante la construcción del muro de contención en la quebrada Angorragra. 

Explicó que la comunidad permitió el uso de espacios para almacenar las maquinarias necesarias para la obra; “sin embargo, el consorcio provocó daños significativos que hasta ahora no han resarcido», mencionó el dirigente. 

El área afectada comprende un tramo de 70 metros de largo y 8 metros de ancho. Gutiérrez relató que, hace casi dos años, el gobierno regional inició la obra y el consorcio solicitó utilizar parte del patio de la capilla para estacionar maquinaria. 

La comunidad, considerando el beneficio de la obra para el centro poblado, accedió a ceder el espacio, el cual incluía grados que se utilizaban en las festividades patronales cada 23 de julio. 

Gutiérrez pidió la restauración de estos elementos, pero aseguró que el consorcio responsabiliza al Gobierno Regional de Huánuco por los compromisos no cumplidos. 

Además, el consorcio no ha pagado por los servicios utilizados, como el suministro eléctrico, que la capilla les proveyó durante más de cuatro meses. 

El presidente del comité manifestó su frustración ante las respuestas evasivas del gobierno regional, que aplazan constantemente el pago y la reparación prometida. 

Aunque ha presentado numerosos documentos y visitas, ni el consorcio ni el gobierno regional han cumplido con las reparaciones ni con el reembolso de los costos asumidos por la comunidad.

Gutiérrez también recordó que ni el Gobierno Regional de Huánuco, ni las Municipalidades de Amarilis y Llicua han atendido sus demandas, expresando su preocupación ante la falta de respaldo. 

El dato 

La capilla, con más de 300 años de antigüedad, ahora corre peligro de ser afectada por la delincuencia debido a su exposición y al deterioro estructural, como grietas y un campanario en riesgo de colapsar.