Brasil atraviesa la sequía más severa de su historia reciente, afectando más de un tercio de su territorio, según el Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales (CEMADEN). Más de tres millones de kilómetros cuadrados están bajo una «sequedad extrema», lo que ha provocado un récord de incendios en la Amazonía. Este año, el bioma amazónico ha registrado 63,189 focos de incendio, el número más alto en los últimos 14 años.
Desde 1950, cuando comenzaron los registros sistemáticos, Brasil no había experimentado una sequía tan extensa e intensa como la actual. La científica del CEMADEN, Ana Paula Cunha, advirtió que este fenómeno, ahora generalizado, es un grave problema para el país. La sequía ha afectado la producción de energía hidroeléctrica y ha dejado aisladas algunas regiones debido a la reducción de la navegabilidad en los ríos.
La sequía es consecuencia de una combinación de factores, entre ellos, el fenómeno de ‘El Niño’, el calentamiento del Atlántico tropical y bloqueos atmosféricos que impiden el paso de frentes fríos. Estos factores han exacerbado la ola de incendios en la Amazonía, que aumentaron un 120% en agosto en comparación con el mismo mes del año anterior. La mayoría de los incendios se concentran en Pará, Amazonas y Mato Grosso.