Resulta incomprensible que, siendo un departamento con una gran riqueza hídrica, existan pueblos que se estén muriendo de sed. Un claro ejemplo es San Luis, ubicado en las alturas de la llanura de Amarilis. En esa zona, se encuentra una planta tipo reservorio de la empresa Emapa San Luis, que lleva más de 30 años en funcionamiento, y sin embargo, no ha logrado cumplir su objetivo de proveer agua potable a su pueblo y a una parte de Amarilis.
El alcalde Joel Luna del centro poblado de Licua, alza la voz enérgicamente, denunciando que se están burlando de la población de Amarilis al cobrarles 400 soles por un certificado de Defensa Civil. Es inaudito que se impongan cargos abusivos a los hermanos de las zonas vulnerables de Amarilis, quienes necesitan acceder al agua potable. La empresa Emapa San Luis está obstaculizando el suministro de agua a una gran parte de Amarilis, y esto muestra un preocupante egoísmo entre hermanos de la misma región, provincia y distrito. Es hora de que el alcalde Roger Hidalgo y otras autoridades intervengan y ayuden a estos directivos a alcanzar sus objetivos.
Además, debemos hacer un llamado a las empresas Seda Huánuco y Otas, así como a la región, para que también contribuyan a satisfacer la sed de los hermanos de Amarilis. Si en Amarilis falta agua, imaginemos cómo viven en los pueblos lejanos que carecen de ríos cercanos y solo cuentan con riachuelos y algunas lagunas abandonadas. Es lamentable que estas comunidades queden a su suerte sin agua, mientras que nosotros, en la capital de la provincia, disfrutamos de agua de calidad gracias a Seda Huánuco.
El cobrar 400 soles por un certificado de Defensa Civil es un abuso, y es posible que existe toda una mafia que se está aprovechando de las personas de escasos recursos. Peor aún, cuando la situación económica de la región es bastante preocupante.
Como resultado, se les niega el certificado y Seda Huánuco no aprueba su acceso a agua limpia y tratada. Es momento de alzar la voz y demandar que se brinde acceso al agua potable para todos, no solo para la capital de la provincia. Debemos recordar que todos los ciudadanos merecemos tener acceso a este recurso vital.