Última hora: Los aranceles desploman Wall Street y se encamina al peor día desde 2022

El anuncio de aranceles globales por parte del Presidente Trump ha desencadenado una volatilidad sin precedentes en los mercados financieros a nivel global. La imposición de gravámenes significativamente más elevados de lo anticipado ha provocado reacciones inmediatas tanto de aliados como de adversarios comerciales, generando incertidumbre y temor a una escalada de tensiones comerciales que podría lastrar el crecimiento económico mundial. Este movimiento se produce en un contexto ya marcado por la inflación persistente y la fragilidad de las cadenas de suministro globales.

Según la investigación publicada por The New York Times, las bolsas de valores en Estados Unidos, Asia y Europa experimentaron fuertes caídas, proyectándose el peor día para Wall Street desde 2022. Los gravámenes impuestos a las importaciones estadounidenses han desencadenado una rápida respuesta de los mercados y líderes económicos de todo el mundo.

El índice S&P 500 se desplomó un 4.3%, reflejando las fuertes caídas observadas en los mercados asiáticos y europeos, mientras que el Nasdaq, fuertemente influenciado por el sector tecnológico, sufrió un descenso superior al 5%. Los expertos advierten que el impacto de estos aranceles no se limitará únicamente a los mercados financieros, sino que también se extenderá a la economía real, afectando a consumidores y empresas por igual. Economistas prevén un aumento en los precios, lo que a su vez podría llevar a una reducción en la contratación y, en última instancia, a despidos si los aranceles se mantienen a largo plazo.

Las mayores economías del mundo no tardaron en reaccionar ante las nuevas imposiciones fiscales, intensificando las tensiones comerciales con Estados Unidos. China prometió tomar medidas para proteger sus derechos e intereses, calificando los aranceles como un «acoso contraproducente» a través de sus medios estatales. Las nuevas tarifas afectarían tanto a rivales como a aliados, elevando los precios para los consumidores y fabricantes estadounidenses. Por ejemplo, los productos chinos enfrentarán un arancel del 34%, además de los ya existentes, mientras que la Unión Europea, Japón e India se verán afectadas con tarifas del 20%, 24% y 26%, respectivamente. Sorprendentemente, incluso las deshabitadas Islas Heard y McDonald, territorios australianos cerca de la Antártida, fueron incluidas en la lista.

En respuesta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que la Unión Europea responderá unida, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, instó a las empresas europeas a suspender todas las inversiones en Estados Unidos hasta que la situación se aclare. Japón, el mayor inversor extranjero en Estados Unidos, manifestó su decepción, aunque sin amenazar con represalias inmediatas. El gobierno británico adoptó una postura similar, indicando que continuará negociando un acuerdo comercial con Estados Unidos.

Además del impacto generalizado en los mercados y las relaciones internacionales, el decreto de Trump también ordenó el cierre de una laguna legal conocida como la regla de minimis, que permitía a las empresas de comercio electrónico enviar productos de bajo costo directamente a los consumidores en Estados Unidos desde China sin pagar aranceles. Esta medida, que entrará en vigor el 2 de mayo, afectará especialmente a minoristas en línea como Shein y Temu, que dependen en gran medida de este sistema para sus envíos. Si bien estas empresas han comenzado a diversificar sus operaciones, los pequeños y medianos minoristas estadounidenses que dependen de la regla de minimis para los productos chinos podrían verse especialmente afectados, amenazando su supervivencia si los clientes no están dispuestos a pagar precios más altos o aceptar retrasos en las entregas.

Las acciones de importantes marcas de consumo se desplomaron, revelando su dependencia de países como Vietnam, Indonesia y Camboya, donde producen gran parte de su calzado y ropa. El sector automotriz también se vio afectado, con la entrada en vigor de nuevos aranceles sobre todos los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos. Apple lideró una caída generalizada de las acciones tecnológicas, con un descenso de aproximadamente el 9%, recordando la caída de principios de 2019, cuando la empresa advirtió sobre la disminución de las ventas de iPhone en China. Estas medidas reflejan la compleja interacción entre la política comercial, las cadenas de suministro globales y el comportamiento del consumidor.

El cierre de la exención de minimis, aunque respaldado por algunos legisladores y grupos de la industria textil estadounidense, también generará costos más altos para los consumidores estadounidenses. Algunas investigaciones sugieren que la eliminación completa de la provisión podría costar a los estadounidenses entre 11.000 y 13.000 millones de dólares, afectando de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos y minoritarios. Existe el temor de que el aumento de la burocracia aduanera como resultado de esta medida obstaculice los esfuerzos de detección de drogas, ya que los funcionarios de aduanas ya examinan los paquetes que ingresan al país, incluidos los envíos de minimis. El aumento de las tarifas, las nuevas tasas arancelarias y las guerras comerciales desatadas por el presidente Trump ejercen presión sobre la Reserva Federal y sus movimientos relativos a la tasa de interés, pues si bien algunos ven la necesidad de frenar los recortes, otros ven una necesidad más imperiosa de acelerarlos.