El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia emitió un fallo que impide a Evo Morales postularse nuevamente a la presidencia y le prohíbe ocupar cargos de sucesión, como la vicepresidencia o la presidencia de las Cámaras legislativas. Esta decisión llega en un momento crítico para Morales, quien suspendió una huelga de hambre y bloqueos de caminos sin haber logrado concesiones del gobierno de Luis Arce, su antiguo aliado y ahora rival político.
La sentencia del TCP se basa en el límite de tiempo establecido en la Constitución boliviana, que prohíbe a las autoridades del Poder Ejecutivo ocupar su cargo por más de dos periodos, o diez años en total. Morales, quien gobernó entre 2006 y 2019, superó este tope, y ahora enfrenta obstáculos legales y políticos para regresar al poder en las elecciones de 2025.
A pesar del fallo, Bolivia se encuentra en una crisis económica agravada por la escasez de combustibles y una aguda falta de divisas que ha llevado al país a considerar la venta de parte de sus reservas de oro. Arce, en un discurso reciente, atribuyó la situación a factores globales y conflictos internos, acusando a Morales de sabotaje. En respuesta, Morales calificó a su gobierno de «neoliberal» y «represivo».