El Tribunal Constitucional, bajo la presidencia de Francisco Morales, se encuentra en el ojo de la tormenta por su postura favorable hacia el fujimorismo. Morales, quien abogó en un medio de comunicación por la «inmediata liberación» del expresidente Alberto Fujimori, revela una estrecha conexión con sectores políticos vinculados a Fuerza Popular.
Esta situación se complica aún más con la reciente resolución del TC, que declara la validez del indulto otorgado a Fujimori en 2017, desoyendo las directrices de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El magistrado Manuel Monteagudo había manifestado previamente que la excarcelación de Fujimori sería legalmente imposible.
La trayectoria de Morales indica una profunda vinculación con el fujimorismo y sectores de derecha, incluyendo su relación con el excongresista Carlos Mesía. Morales fue asesor y secretario del TC bajo la presidencia de Mesía y estuvo involucrado en la polémica contratación de la esposa de Mesía, Milushka Carrasco, en el TC. A pesar de un informe del OCI que señalaba irregularidades, Morales fue exonerado del TC en 2014 pero posteriormente ganó demandas judiciales contra la institución.
Además, Morales ofreció servicios al Ministerio Público durante la gestión de Pedro Chávarry y colaboró con el estudio de Humberto Abanto, abogado vinculado a Fuerza Popular. Su elección como magistrado del TC contó con el apoyo unánime de la bancada fujimorista, evidenciando una alianza entre Morales y este partido político.
