El Perú, un país altamente sísmico debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, experimenta constantes movimientos telúricos. Esta característica geográfica, producto de la convergencia de placas tectónicas, exige una permanente vigilancia y preparación ante posibles desastres. La prevención se ha convertido en una prioridad, especialmente ante la posibilidad de un terremoto de gran magnitud.
Según la investigación publicada por El Comercio, la ubicación estratégica del país en una zona de alta actividad sísmica lo hace vulnerable a temblores de diversas magnitudes. La información proporcionada por el Instituto Geofísico del Perú (IGP) y el Centro Sismológico Nacional (CENSIS) resulta vital para mantener a la población informada y preparada.
Los datos del IGP, obtenidos a través de la Red Sísmica Nacional (DS-0017-2018MINAM), permiten un seguimiento constante de la actividad sísmica en el territorio. El 17 de abril de 2025, por ejemplo, se registró un sismo de magnitud 3.5 a las 05:10:55 hora local, con epicentro a 17 km al NO de Chilca, Cañete – Lima, y una profundidad de 56 km. La intensidad se estimó en II-III Chilca. Anteriormente, el 15 de abril de 2025, se detectó otro movimiento telúrico de magnitud 3.5 a las 11:20:41, con epicentro a 22 km al E de Panao, Pachitea – Huanuco, a una profundidad de 16km, con una intensidad de II-III Panao.
Estos reportes sísmicos, cruciales para la gestión de riesgos, son el resultado del trabajo coordinado entre el CENSIS y el IGP. La Red Sísmica Nacional, compuesta por sensores de velocidad, aceleración y desplazamiento, proporciona la información necesaria para evaluar la magnitud y ubicación de los sismos. Es importante señalar que estos datos son preliminares y pueden ser actualizados a medida que se recopila más información.
Ante la constante amenaza sísmica, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) promueve una cultura de prevención y preparación. Se han realizado simulacros a nivel nacional con el objetivo de educar a la población sobre cómo actuar antes, durante y después de un sismo. Estos ejercicios buscan fortalecer la capacidad de respuesta y minimizar los daños en caso de un evento real. Es importante recordar que el Perú se ubica en una zona de alta sismicidad, con una tasa de actividad sísmica 5 veces mayor al promedio mundial.
El INDECI enfatiza la importancia de contar con una mochila de emergencia que contenga elementos esenciales como alimentos no perecibles, agua, ropa de abrigo, botiquín de primeros auxilios, linterna, radio a pilas y documentos personales. La preparación familiar y comunitaria son fundamentales para afrontar de manera efectiva cualquier emergencia. Se recomienda revisar periódicamente el contenido de la mochila de emergencia y asegurarse de que todos los miembros de la familia conozcan el plan de evacuación.
Además, la preparación psicológica es un aspecto crucial. Informarse sobre los riesgos sísmicos, conocer las rutas de evacuación y practicar simulacros familiares ayuda a reducir el estrés y la ansiedad durante un evento sísmico. La calma y la serenidad son fundamentales para tomar decisiones acertadas y proteger la vida propia y la de los demás. La cooperación y la solidaridad son esenciales para superar cualquier desastre natural. La gestión de la información en tiempo real es fundamental, por ello, se recomienda seguir las cuentas oficiales del IGP e INDECI en redes sociales.
