El anfitrión del torneo de la FIFA ha habilitado puntos especiales para la venta de alcohol y espacios para recuperarse de la embriaguez, así como permitirá la exhibición de banderas LGTBI, a pesar de que la homosexualidad está penada por la ley catarí.
El rechazo a la elección de Qatar como sede del Mundial y la preocupación por las consecuencias de actuar contra sus leyes, ha generado en los últimos meses desinformación sobre las prohibiciones vigentes, como supuestas penas de cárcel por lucir el estandarte arcoíris o un cartel con falsas restricciones.
Qatar permite la venta y la ingesta de estas bebidas a personas mayores de 21 años en hoteles, restaurantes y bares con licencia, pero nunca en la calle u otros lugares públicos.
Durante la celebración del Mundial, se habilitarán “áreas adicionales” en las que “habrá bebidas alcohólicas disponibles”.
Estos puntos estarán dispuestos en las inmediaciones de los estadios, donde se venderá alcohol únicamente durante las tres horas previas al arranque de los partidos y la hora posterior a la finalización de los mismos.
Además, una peculiaridad de este Mundial es que las autoridades cataríes establecerán áreas de recuperación para aquellos aficionados que se encuentren en estado de embriaguez, según explicó en una entrevista en Sky News Nasser Al-Khater, director ejecutivo de Qatar 2022.
En todo caso, al margen de estas exenciones, la legislación catarí establece que “es un delito beber alcohol o estar ebrio en público”.
De hecho, beber en un lugar no habilitado para ello puede suponer una pena de prisión de hasta seis meses o una multa de hasta 3.000 riales cataríes, alrededor de 800 euros, según informa el Ministerio de Exteriores británico en su web.
Asimismo, fumar está prohibido en todos los espacios públicos, incluidos museos, clubes deportivos, centros comerciales y restaurantes.
Homosexualidad
Qatar castiga con penas de uno a tres años de cárcel las relaciones sexuales entre hombres.
Sin embargo, y aunque no se haya promulgado ninguna norma o texto que lo recoja, las autoridades cataríes han asegurado que las personas LGTBI que viajen a Catar, durante el Mundial, no sufrirán consecuencias legales.
El portavoz del Mundial, Naser Al Jater, aseguró que una pareja homosexual puede acudir al Mundial “como aficionados de un torneo de fútbol” y que “pueden hacer lo que cualquier otro ser humano haría”.
Igualmente, lucir la bandera del arcoíris estará permitido en los estadios donde se disputen los encuentros, según confirmaron tanto la FIFA como la organización catarí del Mundial.
Sin embargo, en otra entrevista, en la televisión pública alemana ZDF, el embajador del Mundial de Catar y exfutbolista internacional de este país Khalid Salman calificó la homosexualidad de “daño mental”.