El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania parece estar lejos de terminar. Esta vez el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la movilización de 300 mil reservistas al frente de ataque.

«Considero necesario apoyar la propuesta (del ministerio de Defensa) de movilización parcial de los ciudadanos en la reserva, aquellos que ya han servido y que tienen una experiencia pertinente», declaró Putin en la televisión rusa.

El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, precisó que la orden atañía a 300.000 reservistas. Es decir, apenas el «1,1% de los recursos movilizables».

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La medida ha generado diversas reacciones en los aliados ucranianos. La embajadora estadounidense en Ucrania, Bridget Brink, consideró que la medida constituye un «signo de debilidad» de Moscú. Esto debido a que obliga a los rusos a lidiar con una escasez de efectivos para su ofensiva en Ucrania.

Por su parte, Reino Unido se expresó en la misma línea a través su secretario de Defensa, Ben Wallace. Él afirmó que la decisión de Putin muestra que su ofensiva «está fallando» y afirmó que «la comunidad internacional está unida y Rusia se está convirtiendo en un paria global».