Rubio viaja a Arabia Saudita para discutir Gaza y Ucrania.

La diplomacia internacional se intensifica en Medio Oriente con la llegada del Secretario de Estado, Marco Rubio, a Riad, en un momento crítico para la estabilidad regional. Su visita, la primera como jefe de la diplomacia estadounidense a Arabia Saudita, se produce en medio de crecientes interrogantes sobre el futuro de Gaza y la persistente crisis en Ucrania. La administración Trump enfrenta escrutinio por su enfoque unilateral en ambos conflictos, lo que añade complejidad a las discusiones en curso.

La visita de Rubio busca reafirmar el compromiso de Estados Unidos con sus aliados árabes y abordar las preocupaciones sobre la dirección de la política exterior estadounidense en la región.

Según el reportaje de The New York Times, la llegada del Secretario Rubio a Riad marca la segunda etapa de una gira relámpago por Medio Oriente, destinada a examinar el devenir de Gaza y Ucrania. Este esfuerzo diplomático se desarrolla en un contexto de críticas hacia la administración Trump, acusada de tomar decisiones sin la debida consulta con sus socios internacionales.

Se espera que Rubio inste a los líderes saudíes a presentar una visión para la reconstrucción y el gobierno de Gaza tras el conflicto actual. La propuesta del Presidente Trump de despoblar y ocupar el territorio ha encontrado una fuerte resistencia en el mundo árabe, incluyendo a Arabia Saudita. En respuesta, funcionarios estadounidenses como Rubio han estado animando a los líderes árabes a proponer alternativas viables. Se debate intensamente sobre quién gobernará Gaza después de la guerra, con Hamás todavía en el poder, o si una fuerza de seguridad internacional o una administración palestina revitalizada tomará el control.

Además de la situación en Gaza, Rubio tiene previsto reunirse en Riad con funcionarios rusos para abordar el conflicto en Ucrania. Se espera que se unan a las conversaciones Mike Waltz, asesor de seguridad nacional, y Steve Witkoff, enviado de Trump para Medio Oriente, quien también está involucrado en asuntos relacionados con Ucrania y Rusia. Estas reuniones buscan encontrar puntos en común y posibles vías para la desescalada en medio de las tensiones geopolíticas existentes. La participación de Witkoff subraya la conexión entre las dinámicas en Medio Oriente y la crisis ucraniana, reflejando la estrategia de la administración Trump de abordar los conflictos de manera interconectada.

Las acciones recientes de Trump han generado inquietud entre sus aliados. Su conversación unilateral con el Presidente Vladimir V. Putin sobre el futuro de Ucrania la semana pasada enfureció a sus socios europeos. Además, su administración ha indicado que los gobiernos europeos no tendrán un papel en las futuras conversaciones, a pesar de que el conflicto está ocurriendo dentro de las fronteras de Europa. Esta decisión ha causado preocupación en Ucrania y otros países europeos, cuyos líderes temen ser excluidos de las discusiones que determinarán el futuro de sus naciones. La exclusión de Europa podría socavar la unidad occidental y complicar los esfuerzos para lograr una solución pacífica en Ucrania.

Volodymyr Zelensky, el presidente ucraniano, reiteró en una entrevista que su país «nunca» aceptaría un acuerdo de paz negociado por Estados Unidos y Rusia si Ucrania no participa en las conversaciones. Esta firme postura refleja la determinación de Ucrania de mantener su soberanía y rechazar cualquier solución impuesta externamente. La posición de Zelensky subraya la necesidad de una diplomacia inclusiva que involucre a todas las partes interesadas para lograr una paz duradera en la región.

El viaje de Rubio a Arabia Saudita se produce en un momento en que la región enfrenta múltiples desafíos, desde conflictos armados hasta tensiones políticas y económicas. La capacidad de Estados Unidos para navegar estas complejidades y construir asociaciones sólidas será crucial para promover la estabilidad y la seguridad en Medio Oriente y más allá. La influencia de Arabia Saudita, como líder regional y actor clave en el mercado energético, la convierte en un socio esencial para Estados Unidos en sus esfuerzos diplomáticos.