ROSA DEL ÁGUILA GARCÍA: UNA MUJER LUCHADORA OLVIDADA

LA VOZ DE LA MUJER

                                                                                                           Denesy Palacios Jiménez

25.06.24

Transcurrían los años más violentos vividos en el Perú entre las décadas de 1980 al 2000, las mujeres en Huánuco nos habíamos organizado y conformado la Red Nacional de Promoción de la Mujer (RNPM 1990), estábamos en casi todas las regiones o departamentos; así mismo en Huánuco, se habían formado organizaciones sociales de base, con mucho representación y participación, especialmente a través de los clubes de madre, llegando a constituir el Comité Central de clubes de madres en Amarilis, cuyas dirigentes integraban esta RNPM. Este Comité Central tenía como líder a Rosa del Águila; en aquella época muchas mujeres que se convirtieron en lideresas de organizaciones sociales de base fueron víctimas de la violencia terrorista en la segunda parte de los ochenta y primeros años de los noventa, y es que el terror trataba de golpear a las organizaciones de sobrevivencia aparecidas para paliar los efectos de la crisis económica y que, por la extensión de la pobreza en nuestro país, se convirtieron en instrumentos casi permanentes de las políticas sociales.

Rosa del Águila es una mujer de extracción popular, quien sabe por eso las ONG no han levantado su imagen, pero tuvo acceso a la educación ella era enfermera técnica y estudiante de derecho, lo que le permitió convertirse en una líder de la comunidad amarilense, tanto es así que la muerte la sorprendió sin abandonar el trabajo comunal, sin temor a las amenazas del terror. Ella provenía de Tarapoto donde inicia su liderazgo realizando campeonatos deportivos en su barrio Banda de Shilcayo, se casó con Ignacio Soto natural de Yanas (Dos de Mayo) y se vienen a radicar a Huánuco, tuvieron 5 hijos: Mercedes del Carmen, Diana Soledad, José Luis, Carlos Ricardo y Jesús Enrique. Hasta 1980 residieron en La Unión, donde fue elegida Presidenta de la Asociación femenina “Micaela Bastidas” del barrio Huayanay de La Unión, iniciándose como dirigente de organizaciones de Base, realizando eventos con SINAMOS y trabajos comunales para la apertura del mercadillo del Concejo Provincial de La Unión. Acá recibe capacitación como partera empírica, en 1982 llega a la ciudad de Huánuco, empieza a trabajar en el trabajo comunal y se desempeña como promotora de alfabetización en la Cooperativa Agraria de Producción “Juan Velasco Alvarado” en Cayhuayna.

En 1984, empieza a trabajar en el sector 02 de San Luis del Distrito de Amarilis, organizando a las madres de familia para formar clubes de madres, en 1985 crean el Club de Madres “Once de Enero”, nombre tomado en memoria a la fecha en que fue invadido dicho pueblo joven.

A fines de 1986, ya es presidenta del club de Madres trabajando con todas las socias para la construcción de su propio local. Dicha obra se hizo realidad 2 años después, para lo cual realizaron gestiones y trabajos, recolectando materiales de empresas e instituciones y fabricando ellas mismas los adobes.

Las actividades del club de madres, incluían apoyo alimentario para las madres más necesitadas, gestiones para tratamientos médicos en Huánuco y en la capital, reforestación de los cerros del sector, así como actividades de alfabetización y capacitación laboral, también se instaló un PRONOEI hasta 1988.

Recordamos la eficiencia de su desempeño en los cargos y las condiciones de liderazgo que demuestra hace que asuma la Presidencia del Comité Central de Madres de Huánuco en noviembre de 1985, aglutinando a 13 organizaciones, se hace responsable de asumir la gestión de alimentos ante Programa Nacional de Apoyo Alimentario (PRONAA), que se lograría en 1986. Los clubes de madres se transforman en centros de generación de ingresos para las mujeres de escasos recursos económicos, realizando trabajos artesanales y promoviendo su venta a través de ferias.

En 1991 se integró a la Red Nacional de Promoción de la Mujer, que en aquel entonces tenía mucha actividad y capacitábamos a nuestras mujeres sobre diversas temáticas, en septiembre de 1992 se llevó a cabo la Primera Convención de Clubes de Madres de Amarilis, donde Rosa fue elegida como Presidenta. Meses después empiezan las amenazas por parte de los subversivos, e incluso fue golpeada cerca del puente San Sebastián por jóvenes y, gracias a la intervención oportuna de los vecinos, se evitó una desgracia mayor. Se acercaba el aniversario de Huánuco e iban a venir funcionarios de PRONAA de Lima, ella iba a presentar un reclamo por el retraso en el reparto de alimentos y convocó a una reunión en su casa el 12 de agosto de 1993 a las 4 pm con la dirigentes de Clubes de Madres, hicieron su ingreso subversivos y la asesinaron con arma blanca, propinándole 5 cortes a la altura de la nuca después de haber sido atada, los autores huyeron amenazando a todos los presentes; porque querían tomar la organización del Comité Central y ella no lo permitió.

Como no extrañarte y recordarte amiga Rosa, huanuqueña espiritual de corazón andino con una entrega amplia y desinteresada, hoy tu sacrificio nos infunde la esperanza de unirnos y organizarnos para combatir la miseria y la inequidad.