Calmado como siempre, Gareca analizó la victoria ante Chile y se dio tiempo para hablar del próximo rival. Perú acabó con el sueño de Chile al golearlo 3-0 en semifinales, y 44 años más tarde volverá a jugar la final del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
«Sabemos que están todos felices y eso me llena de satisfacción”.
«Nos tocó atravesar momentos duros, nosotros llegamos a la final por méritos propios, porque nos supimos sobreponer a una adversidad importante, una derrota dura. Es entendible que esa clase de derrotas en cualquier país del mundo produce un movimiento y críticas fuertes pero lo tomo como algo natural», aseguró.
Sobre la final con Brasil, dijo: «Uno cuando llega a esta instancia quiere ganar, más allá de la dificultad que es enfrentar a Brasil por su equipo, por sus individualidades, por su entrenador, es una selección de las mejores del mundo pero es una final y las finales adquieren un matiz totalmente diferente. Ojalá podamos hacer un buen papel porque cuando uno entra a una final no ve otra opción que ganarla, siempre respetando a la selección que tenemos al frente. Confío en los muchachos», expresó.