La Contraloría General de la República detectó alrededor de doce observaciones, tras la supervisión llevada a cabo a los servicios de aeronavegación y seguridad aeroportuaria del aeródromo de Tingo María-Leoncio Prado. Son situaciones adversas, que podrían afectar la continuidad del funcionamiento del aeropuerto.
Entre algunas de las observaciones figuran que dos de los cuatro vehículos contraincendios se encuentran en desuso, uno inoperativo y solo funcionando.
La pista de aterrizaje, así como la plataforma de estacionamiento de aeronaves del aeródromo, presenta ahuellamiento debido a la falta de mantenimiento.
Asimismo, se observó en el informe de la Contraloría. Que el registro de asistencia del coordinador no se ajusta a lo establecido en el contrato GL 006-2019. El camino de ingreso al salvamento y extinción de incendios se encuentra con deformaciones, lo que podría poner en riesgo la atención de alguna emergencia.
Cabe mencionar que los bomberos del aeródromo no reciben capacitación de salvamento de extinción de incendios desde el 2017. Se detectaron 15 extintores vencidos desde noviembre del 2019.
También se conoció que el referido aeropuerto cuenta con cerco perimétrico parcial, que no garantiza la seguridad de las operaciones aéreas de despegue y aterrizaje. La caja de control de las luces de indicador de trayectoria de aproximación de presión sigue inoperativa.
De igual forma, se detectó la presencia de aves en las inmediaciones de la pista de aterrizaje. Que puede ocasionar incendios aéreos al no contar el oficial de control de fauna con los equipos. Así como materiales para ahuyentarlas.
El estado de las licencias y el apto médicos de los operadores AFIS. Así como deficiencias en los ambientes de trabajo de la torre AFIS del aeródromo. Ponen en riesgo el correcto desarrollo de las actividades.
Por otro lado, está la instalación de aire acondicionado que se pusieron en funcionamiento. Pero hasta el momento no cuenta con código que los identifique como patrimonio de CORPAC SA.
