Rescate estatal a Petro-Perú supera los S/20.000 millones desde 2013

El respaldo financiero del Estado a Petro-Perú ha alcanzado niveles históricos, superando los S/20.000 millones desde 2013. Estos recursos habrían permitido la construcción de 100 colegios de alto rendimiento y 40 hospitales de mediana complejidad. No obstante, la empresa continúa enfrentando una deuda que supera cinco veces su patrimonio.

Crisis financiera de Petro-Perú

La situación económica de Petro-Perú es crítica. Su deuda financiera asciende a US$6.200 millones al primer trimestre de 2024, diez veces más que en 2013. De este monto, US$2.200 millones deben pagarse en menos de un año, mientras que el valor de su patrimonio total es inferior a US$1.600 millones. Este panorama plantea serias dudas sobre la viabilidad de la empresa a mediano plazo.

Comparativamente, Petro-Perú está en una posición desfavorable frente a otras petroleras estatales de la región. Por ejemplo, la colombiana Ecopetrol registró una utilidad neta de US$4.407 millones en 2023, mientras que Petro-Perú reportó pérdidas por US$1.067 millones. Además, su deuda equivale a 5,2 veces su patrimonio, muy por encima de la razón de 1,5 de Ecopetrol.

Inversión en la refinería de Talara

Un factor importante en el aumento de la deuda es la inversión en la nueva refinería de Talara (NRT). Originalmente proyectada en US$1.300 millones en 2007, el costo final del proyecto superó los US$5.000 millones. A pesar de los retrasos, la refinería comenzó operaciones completas recién en diciembre de 2023, y se espera que alcance su capacidad máxima a fines de 2025.

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La capacidad de la NRT es de 95.000 barriles diarios, pero la producción nacional de crudo no ha superado los 60.000 barriles desde 2015, lo que obliga a Petro-Perú a importar cerca del 40% del petróleo procesado.

Carga para el Estado

El apoyo estatal a Petro-Perú ha sido significativo. Desde 2013, la empresa ha recibido garantías del Estado por S/10.800 millones para sus operaciones, así como S/5.700 millones en aportes directos de capital entre 2017 y 2022. Además, el Estado le otorgó S/3.700 millones en préstamos para cumplir con obligaciones tributarias y de corto plazo.

Este respaldo totaliza más de S/20.200 millones hasta 2024, recursos que podrían haber sido destinados a proyectos esenciales como educación y salud. Frente a esta realidad, es fundamental reconsiderar el futuro de Petro-Perú, promoviendo una mayor participación del capital privado y mejorando la eficiencia en su gestión. Solo así se garantizará un uso más efectivo de los recursos públicos en beneficio de la ciudadanía.