El último jueves, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, fue recibido con insultos y agresiones durante la inauguración de un Hospital de la Solidaridad en la ciudad de Juliaca, provincia de San Román, en la región de Puno. A pesar del evento oficial, la visita estuvo marcada por la fuerte oposición de un grupo de manifestantes que expresaron su rechazo al alcalde lanzando objetos y un líquido que, según algunos medios, habría sido orina.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a López Aliaga caminando por el jirón Raúl Porras Barnechea, saludando a los asistentes, mientras un grupo de personas lo increpaba con gritos de «¡Fuera!», «¡Porky, asesino!» y otros calificativos, en referencia al apodo con el que es conocido. A pesar del resguardo policial, el alcalde fue objeto de agresiones físicas y verbales, lo que obligó a la intervención de los agentes para controlar a los manifestantes.
En medio del caos, la Policía detuvo a una mujer que participaba en las protestas, mientras López Aliaga se retiraba rápidamente del lugar para seguir con su agenda programada. Sin embargo, durante una conferencia de prensa posterior, el alcalde se mantuvo firme y aseguró que volverá a Puno cuantas veces sea necesario, reivindicando su vínculo con la región debido a sus raíces familiares.
“No nos asusta gente así, grupitos que han regado ríos de odio”, declaró López Aliaga, refiriéndose a los manifestantes. Añadió que su regreso a Puno es una promesa que hará en honor a su madre, oriunda de la región, y que las agresiones no lo detendrán. “Voy a venir las veces que me dé la gana, Puno es mi tierra”, sentenció.
El rechazo hacia el alcalde de Lima en Puno está fuertemente vinculado a su postura frente a las protestas antigubernamentales de 2022-2023, donde se reportaron numerosas muertes. Para muchos puneños, López Aliaga ha mostrado una falta de empatía hacia las víctimas, lo que ha intensificado el descontento hacia su figura pública.
La inauguración del Hospital de la Solidaridad en Juliaca fue vista por algunos pobladores como una estrategia política del alcalde, quien ha manifestado su interés en postularse para la presidencia del Perú en 2026. López Aliaga ya ha declarado en entrevistas anteriores que consideraría presentarse como candidato si el país no tiene una “definición clara” en los próximos dos años, lo que ha generado especulaciones sobre sus movimientos políticos en regiones clave.
