Pfizer estudiará avances de vacunación contra la COVID-19 para ver si se necesitan refuerzos

La farmacéutica Pfizer realizará un estudio sobre un grupo de personas que, tras ser vacunadas, contrajeron el virus de la COVID-19, para determinar si es necesaria una inyección de refuerzo y, en ese caso, cuándo ponerla.

Así lo anunció David Swerdlow, experto en epidemiología clínica de esta compañía durante la Conferencia Mundial de Medicina de Precisión que se celebra de forma virtual estos días en la ciudad de San Francisco.

“Observaremos datos del mundo real para ayudarnos a comprender cuándo podríamos ver un cambio en la efectividad de la vacuna contra la COVID-19”, precisó Swerdlow, según informó este lunes la agencia Bloomberg.

El experto de Pfizer agregó que supervisarán esta situación «de cerca» y utilizarán «datos inmunológicos, datos clínicos y datos del mundo real».

«Empujón adicional»

Hasta el 30 de abril, se han reportado más de 10 200 casos de infecciones en personas vacunadas en Estados Unidos.

Aproximadamente el 44 % de la población del país ha resultado completamente inoculada contra la COVID-19, con unos 311 millones de dosis administradas.

Las inyecciones de refuerzo, o de seguimiento, están para pacientes que han recibido la dosis completa de su vacuna inicial (una o dos dosis, según la marca) y cuyo sistema inmunológico puede necesitar un «empujón adicional» en el camino para combatir variantes o reforzar la disminución anticuerpos, precisa el experto.

En esta situación, “estamos trabajando para comprender el impacto de las dosis de refuerzo. Obtendremos datos del seguimiento continuo de nuestros ensayos clínicos para ver cuánto duran los marcadores inmunitarios”, dijo Swerdlow.

Aclarar «durabilidad de protección»

Todavía hay «preguntas sin respuesta» dijo, por su parte, Julie Louise Gerberding, vicepresidenta ejecutiva de la compañía Merck & Co.

«Incluso con la asombrosa y maravillosa eficacia de las vacunas que están autorizadas actualmente, no sabemos la durabilidad de la protección a largo plazo», subrayó.

Un estudio del mundo real llamado HERO-Together, dirigido por el Instituto de Investigación Clínica de la Universidad Duke, está diseñado para abordar los resultados de salud y los efectos a largo plazo de las vacunas COVID-19, pero se limita a los trabajadores de la salud. Pfizer indicó que sus investigadores podrían expandirse más allá de esa población, asegura Bloomberg.

«Hay muchos avances científicos que necesitan monitorearse y evaluarse a medida que avanzamos, ciertamente no estamos fuera de peligro» con la COVID-19, matizó Gerberding.

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