En un movimiento que ha generado controversia en el escenario político peruano, José Arista Arbildo, de 65 años, asumió como nuevo titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el pasado martes 13 de febrero, sustituyendo a Alex Contreras. Este nombramiento forma parte de una serie de cambios en el gabinete dirigido por Alberto Otárola, marcado por la inclusión de figuras previamente cuestionadas.
Arista, cuya designación ha sido vista con escepticismo, enfrenta múltiples investigaciones penales en curso en el Ministerio Público por delitos que incluyen peculado, negociación incompatible, colusión, defraudación patrimonial al Estado, y abuso de autoridad. Estas investigaciones han provocado que la bancada de Perú Libre, mediante su vocera Margot Palacios, contemple la presentación de una moción de censura contra el recién designado ministro, cuestionando la práctica del Poder Ejecutivo de «reciclar» figuras políticas con historiales controvertidos.
El escrutinio sobre Arista no es nuevo. Su historial incluye un mandato como Ministro de Desarrollo Agrario y Riego en 2018, bajo el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, y un periodo como gobernador regional de Amazonas entre 2011 y 2014, época de la cual derivan la mayoría de las denuncias fiscales en su contra.
El caso de Arista pone en relieve las complejidades y desafíos que enfrenta el sistema de justicia peruano en términos de rendición de cuentas, especialmente cuando se trata de figuras asignadas a cargos de alta responsabilidad. La comunidad y los actores políticos aguardan con expectación los desarrollos futuros, mientras las investigaciones en contra del ministro siguen su curso, arrojando dudas sobre la estabilidad y la integridad de la gestión pública en el Perú.