PARA INVERTIR, EMPIEZA POR AHORRAR Y SABER COMPRAR

Por Willy Marcellini Ramírez 

Para poder ahorrar tienes que aprender a que tus ingresos superen tus gastos, solo así tendrás dinero extra para ahorrar. Una de las formas es incrementar los ingresos a través de nuevas alternativas para generar ingresos, pero también el control de tus gastos. Si tus gastos superan a tus ingresos, estarás en déficit y probablemente te endeudes sin contemplaciones cada vez más.

Una de las primeras medidas para reducir gastos es no dejarse tentar por las facilidades para gastar más de lo que se puede, y no gastar en cosas superfluas o poco importantes. Durante el tiempo que trabajé en el sistema financiero, y seguramente ustedes también lo habrán visto en su entorno, he conocido personas con pequeños y otros con muchísimos ingresos que podían ahorrar y otros despilfarraban sus ingresos independientemente de cuanto ganaban. Es decir, personas que gastan más de lo que ganan y que tienen que endeudarse, otras personas que gastan todo lo que ganan y no puede ahorrar nada y un último grupo de personas que pueden ahorran un porcentaje de sus ingresos.

Quizás si estas en el grupo de los que ganan poco y tú te estés preguntando ¿Cómo voy a poder ahorrar si no gano mucho? Quizás la pregunta está mal planteada y debes analizar tus gastos como primera medida. Cuando sepas qué haces con tu dinero, es más seguro que encontrarás formas diversas de gastar menos y ahorrar más, para que en algún momento puedas alcanzar los objetivos o aspiraciones.

Por tanto, una de las principales recomendaciones es saber adónde se va el dinero, empezar por vivir de acuerdo con nuestras posibilidades y reestructurar los gastos dejando siempre un “colchón” llamado ahorro. Es decir, gastar menos de lo que ganamos e invertir de manera inteligente los ahorros que vayamos acumulando. Debemos ser realistas para estar preparados para cuando ante una crisis se reduzcan nuestros ingresos o desaparezcan por completo, como ya lo ha demostrado esta pandemia, y ha tomado por sorpresa a muchas personas. Y no lo digo desde el punto de vista pesimista, sino del lado de que siempre debemos tomar precauciones. El aprender a generar ingreso es otra alternativa muy importante que lo tocaremos en otro momento.

En el mercado hay disponible muchos tipos de seguro ante algún tipo de emergencia, y muy pocas personas disponen no tanto porque no tienen dinero sino porque desconocen, desconfían o piensan que es un gasto innecesario. Pero los bancos si toman sus precauciones cuando te otorgan un crédito hipotecario, un crédito vehicular o simplemente un crédito a tu nombre (a través de los seguros de desgravamen) y probablemente tú lo estas pagando sin darte cuenta.

Hay seguros para accidentes, de vida, para desempleo, para el negocio, entre otros. Y hay otros de tipo obligatorio que se imponen en algunas circunstancias, pero ¿cuál es tu seguro para cuando se reduzcan tus ingresos o cuando los pierdas? ¿Quizás podrías crear tu propio seguro económico? ese seguro puede ser tu ahorro, así como las inversiones que puedas hacer con ese ahorro.

El problema del bajo ahorro de las personas se ve favorecida porque muchos medios de comunicación tratan a los ciudadanos para favorecer el consumo en exceso, y que muchos caen inconsciente o conscientemente en desmedro de sus propios intereses.

Es en ese sentido que debes prestarle mayor importancia a controlar lo siguiente:

Acceso al crédito y uso de las tarjetas de crédito. Gastar dinero es fácil, más aún si tenemos a la disposición las tarjetas de crédito y los cajeros automáticos, las veinticuatro horas al día y siete días a la semana. Muchas bancos, tiendas y centros comerciales ofrecen sus propias tarjetas de crédito, dando la sensación de te regalan el dinero facilitando el crédito a cualquiera. Pero no te engañes, este dinero no es gratis, ya que nadie regala nada y menos dinero. Medita bien tus créditos, asume tus compromisos para no tener que sobregirarte o andar con la etiqueta de moroso.

Préstamo para comprar un coche. No es raro encontrar facilidades para adquirir un nuevo vehículo para pagar en partes pequeñas o “cómodas” cuotas, podrías llegar a un concesionario de coches y, si tienes una gran “imaginación” de lo que sentirías y dirán de ti al tener tu carro nuevo podrías salir de allí con tu flamante vehículo, último modelo full equipado, y que jamás podrías comprar si tuvieras que pagarlo al contado. Cuidado con la imaginación. Evalúa todos los gastos asociados, si te conviene, excelente.

Las influencias negativas del entorno. Para algunas personas acudir a lugares de moda, vestir lo último en ropa, tener los dispositivos digital más novedosos es una imperiosa necesidad y no tenerlos les hace sentir mal y relegados, aunque estén con la “soga al cuello” económicamente. Por tanto, cuida las relaciones interpersonales sin ser un aguafiestas. evalúa tus prioridades, controla tus gastos de los lugares donde acudes, evita las apariencias y las amistades que tienes.

Gastar para sentirse bien. Las malas noticias, el estrés entre otras situaciones provocan el sentimiento de euforia al gastar, justificando muchas veces las compras caprichosas, que por lo general resultan gastos poco meditadas si lo pensamos muy bien y que solo fue por complacencia, y si eso se repite constantemente ya es un grave problema que puede deteriorar nuestra situación económica.

El tiempo de educarse es hoy. Saludos cordiales.