Para él, los estadounidenses siempre fueron héroes, pero hoy duda.

La memoria histórica, un pilar fundamental en la construcción de la identidad colectiva, se ve confrontada en Europa con los cambios geopolíticos actuales. El testimonio de Henri Mignon, un octogenario belga, ilustra cómo la percepción de las alianzas internacionales puede verse afectada por la deriva política contemporánea. Nacido en un contexto marcado por la Segunda Guerra Mundial, Mignon ha dedicado su vida a preservar la memoria de la liberación de su pueblo por las tropas estadounidenses.

Según la investigación publicada por The New York Times, durante ocho décadas, Henri Mignon ha considerado a los estadounidenses como héroes, dado que liberaron en dos ocasiones su pequeña ciudad natal belga, Houffalize, de la ocupación alemana. La segunda vez ocurrió cuando él tenía tan solo 8 años, apenas unas horas después de que la metralla de los bombardeos acabara con la vida de su padre.

La imagen de los soldados estadounidenses repartiendo chicles a los niños locales permanece imborrable en su memoria. Desde entonces, ha consagrado más de treinta años a relatar la historia de la guerra como guía turístico, atrayendo visitantes a esta zona fronteriza entre Bélgica y Luxemburgo, ávidos por conocer detalles sobre la última gran ofensiva alemana en el Frente Occidental, conocida como la Batalla de las Ardenas. Este conflicto bélico, que se desarrolló entre diciembre de 1944 y enero de 1945, constituyó un punto de inflexión en el avance aliado hacia Alemania.

Sin embargo, el mes pasado, Mignon, de 88 años, confesó sentirse incómodo ante su inminente tour del sábado por la mañana sobre la Batalla de las Ardenas en Bastogne, situada al sur de Houffalize. La raíz de su desasosiego se encontraba en la reciente y controvertida reunión entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el entonces presidente estadounidense Donald Trump en el Despacho Oval. A esto se sumaba el tono conciliador que Trump mostraba hacia el líder ruso, Vladimir Putin.

Habitualmente, Mignon ensalza la figura de los estadounidenses como héroes y subraya los fuertes lazos que unen esta región del mundo con los Estados Unidos. No obstante, en esta ocasión, admitió no saber con certeza qué pensar sobre el estado actual de la relación. La OTAN, alianza transatlántica de la que tanto Bélgica como Estados Unidos son miembros fundadores, ha sido un garante de la seguridad europea durante décadas, pero las recientes tensiones políticas han puesto a prueba su cohesión.

«Siento que está cambiando», reconoció en los días previos a la visita guiada. Su testimonio refleja la incertidumbre que embarga a muchos europeos, quienes observan con inquietud la evolución de la política exterior estadounidense y su impacto en la estabilidad del continente. La memoria de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto que dejó una profunda cicatriz en Europa, sigue siendo un factor determinante en la percepción de las relaciones internacionales.