La volatilidad de la moneda es un problema común entre varios países de América Central y Suramérica. Per se, la volatilidad no tiene por qué siempre ser algo malo, pero lo cierto es que en muchas ocasiones ello lleva a períodos de inflación o incluso de hiperinflación, como es el caso de Venezuela. Comenzó en 2017 y es considerada la peor hiperinflación de toda la historia del continente. En los últimos años, Argentina también ha sufrido las peores consecuencias de la volatilidad.
Ante esta situación, cada país y cada gobierno responde de una manera diferente. En alguna ocasión, se ha recurrido incluso a la creación de una criptomoneda estatal, como ocurrió en 2018 en Venezuela con el petro. El gobernador de Catamara, Argentina, aprobó hace poco la creación del llamado “peso digital argentino”. Más allá de su eficacia, lo cierto es que los ciudadanos de a pie cada vez se interesan más sobre cómo comprar Bitcoin ante la volatilidad de su moneda.
De hecho, invertir en Bitcoin y otras monedas digitales parece ser una solución cada vez más popular para hacer frente a las duras crisis económicas y financieras de países como Venezuela y Argentina, e incluso se postula cada vez más como una gran alternativa al ahorro de parte de los ingresos. Para ello, tecnologías de inversión inteligente son importantes, BitIQ. Ciertamente, los ciudadanos siguen viendo en los ahorros de toda la vida una buena opción, pero sobre todo si se hace en divisas más estables, como los dólares americanos.
No obstante, es innegable el crecimiento en popularidad que las criptomonedas han experimentado en los últimos años. En un reciente informe del Observatorio Económico Latinoamericano, se asegura que América Latina representó el 6% del volumen de Bitcoin global entre 2017 y 2020. Además, Colombia es el país que más ha adoptado las divisas digitales (45%), seguido por Perú (13%), Chile (12%), México (11%) y Brasil (11%). Bitcoin, en cambio, es más popular en Venezuela.
Pero hay un país que ha ido un paso más allá. A principios de junio, El Salvador adoptaba de forma oficial el Bitcoin como moneda de curso legal. El presidente Nayib Bukele declaraba que se había hecho historia y que eso le permitiría a los salvadoreños que viven en el extranjero enviar dinero al país más fácilmente. También aseguró que traería “inclusión financiera, inversión, turismo, innovación y desarrollo económico”. Tras el anuncio, la cotización del Bitcoin subió un 5%.
Pese a las críticas que ha generado la decisión de Bukele, son varios los países emergentes que ya han expresado su deseo de seguir el ejemplo de El Salvador. Nos referimos a Brasil, Argentina y Tonga. Algunos políticos de estas naciones han afirmado que les gustaría poder usar las criptomonedas como monedas de curso legal. El diputado de Panamá Gabriel Silva se sumó a estos deseos, asegurando que su país no puede quedarse atrás y debe adoptar también las divisas digitales.
No sorprende que los Estados se estén planteando ya impulsar la adopción de las criptodivisas teniendo en cuenta que los propios bancos centrales están estudiando esa posibilidad (es decir, gestionarlas y regularlas de forma centralizada). Tampoco es ninguna sorpresa si tenemos en cuenta que también han visto las promesas de su país vecino, pero no debemos olvidar que hay algunos expertos que han alzado la voz de alarma. Solo el tiempo dirá si la decisión de El Salvador ha sido acertada.