Optimismo y no pesimismo en educación

A tres días del inicio del año escolar 2016 los comentarios se dividen, mientras que los funcionarios de la Dirección Regional de Educación (DRE) indican que es auspicioso y que depende de los padres para enviar a sus hijos a los colegios, por otro lado también depende de la “voluntad” de los profesores de concurrir a sus centros de trabajo.
La realidad nos dice que muchas instituciones educativas no cuentan con aulas suficientes ni en buen estado, por el deterioro que sufren por el paso del tiempo (como muestra, 500 escolares de I. E. I. La Florida no tienen aulas donde estudiar) y por los fenómenos de la naturaleza, en cierta medida por el fenómeno El Niño que no fue cruel con este departamento; aun así, faltan muchas cosas, por lo que el Gobierno Regional debería instalar aulas prefabricadas para paliar momentáneamente la situación.
La “voluntad” de los profesores, a decir de la directora de la DRE, para asistir a trabajar a sus centros laborales, pues tienen la obligación de concurrir; de no hacerlo por obligación, deberían de informar los directores del abandono de trabajo, lo cual significa un proceso administrativo rápido, para ponerle un reemplazante a fin de que los niños no pierdan el tiempo y el Estado, dinero. Pero el sector Educación tiene servidores que son enemigos de los mismos profesores activos y cesantes, que entorpecen los trámites, o como es el caso de la devolución de FONAVI, que por falta de información, miles de maestros no reciben su dinero, acto que denunció el Colegio de Profesores de Huánuco. Asimismo, por el solo capricho de no incluir en las planillas las leyes y decretos que favorecen a los maestros.