La marcha de la tecnología no espera a nadie, así que, a pesar de que las rapidísimas velocidades del 5G que nos han prometido no están ni cerca de llegar a todo el país. Sin embargo, Samsung ya está probando el 6G en sus laboratorios. El hardware de prueba ofrece unas velocidades de vértigo que prometen… bueno, esa parte la resolveremos más adelante.
Con un smartphone 6G, se podrían leer muchas historias sobre 7G, 8G e incluso 9G.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Santa Bárbara, Samsung Research y Samsung Research America completaron con éxito otra prueba de un transmisor y receptor de 140GHz. Este fue desarrollado por primera vez por el profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática de la UCSB, Mark Rodwell, allá por 2017.
Mientras que las señales inalámbricas 5G existen en un rango de frecuencias de hasta 40 GHz. El 6G ocuparía en cambio el espectro inalámbrico más allá de los 100 GHz, en el espectro de los terahercios, lo que permitiría mejoras considerables en el rendimiento.
El hardware 6G, que funciona a una frecuencia de 140 GHz y un ancho de banda de 2 GHz, transmitió con éxito datos a 6,2 Gbps -unos 775 MB/s- a través de una distancia de unos 15 metros. En marzo, Nokia y la turca Turk Telekom establecieron un récord de velocidad 5G que alcanzó más de 4.5 Gbps utilizando un hardware especial que, presumiblemente, nunca llegará a manos de los consumidores. Así que incluso las primeras implementaciones de 6G ya son muy prometedoras con respecto a su predecesor, pero su potencial es mucho mayor.

Al operar en el espectro de terahercios, menos utilizado, la 6G podría alcanzar velocidades de transferencia de hasta 1 Tbps. Es decir, 125 gigabytes de datos que entran y salen de un dispositivo móvil cada segundo. ¿Qué significa esto para la mayoría de la gente? Todavía está por ver.
Las empresas de telecomunicaciones y los proveedores de servicios se han esforzado por encontrar la manera de transmitir las virtudes del 5G a la mayoría de los consumidores, que no pueden distinguir entre ver una transmisión de Netflix en HD en la pequeña pantalla de su smartphone y una transmisión en 4K.
Las ventajas son más evidentes para quienes viven en zonas aisladas y tienen dificultades para llevar Internet de alta velocidad a sus hogares o empresas. A medida que se amplíen las zonas de cobertura del 5G, podría ofrecer fácilmente acceso a Internet de banda ancha sin necesidad de realizar costosas y amplias actualizaciones de la infraestructura.
No cabe duda de que habrá aplicaciones igualmente útiles para el 6G cuando acabe desplegándose. Para entonces, nuestros smartphones podrían proyectar hologramas 8K o transmitir complejos mundos de realidad virtual en tiempo real desde un potente servidor remoto que se encargue de toda la compleja renderización. Sin embargo, con un calendario que prevé la llegada de la 6G como muy pronto en 2030, ni siquiera los pioneros de la tecnología deberían prestarle mucha atención todavía.