La Organización de Estados Americanos (OEA) inauguró su 54 Asamblea General este jueves en Luque, Paraguay, con una agenda cargada de temas críticos, incluyendo la reciente crisis política en Bolivia, la situación en Haití y las tensiones en Nicaragua. La sesión arrancó con la elección del canciller paraguayo, Rubén Ramírez, como presidente de la Asamblea.
Durante la jornada, se aprobó una resolución en repudio al intento de golpe de Estado en Bolivia, destacando la solidaridad regional y el compromiso con la democracia. Además, se trató la situación en Nicaragua, donde la Asamblea exhortó a los Estados miembros a redoblar esfuerzos para cesar las violaciones a los derechos humanos y pidió la liberación inmediata de todos los detenidos por motivos políticos o religiosos.
Otro tema crítico en la agenda fue la crisis humanitaria y política en Haití, que recientemente recibió una misión de asistencia policial de Kenia para enfrentar a las pandillas que profundizan la inestabilidad en el país. La OEA llamó a la adopción de medidas concretas para mitigar la situación.
La Asamblea continuará con sesiones donde se esperan más deliberaciones sobre estos temas y otros asuntos clave que afectan a la región, demostrando el papel vital de la OEA en fomentar la cooperación y el diálogo entre las naciones del continente.