En el gobierno del profesor Castillo hasta ahora no pueden ponerse de acuerdo, qué rumbo tomar. Parecería que hubiera tres presidentes, Castillo, Bellido y Cerrón.
Cada quien hace y dice lo que quiere. Por un lado, se entiende que Cerrón no es parte del gobierno y no habría problema en que diga lo que quiera, pero penosamente su influencia en el gobierno es enorme. Por otro lado, Bellido y Castillo, se supone que deberían de remar para un solo lado, pero sucede todo lo contrario, el premier termina por contradecir al presidente de la República. Algo nunca antes visto en la historia de este país, y por supuesto, que esto no es nada bueno para nuestro país.
Hace menos de una semana Pedro Castillo invitó a los empresarios del mundo a invertir en el país, donde dijo que se les brindará todas las garantías.
Pero hace poco, el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, amenazó a los empresarios a cargo de las explotaciones del gas de Camisea, que si no incrementan sus pagos correspondientes al Estado, podrían ser intervenidos y sería el Estado quien administre estos yacimientos.
No solo que esto no se contempla en la Constitución Política del Estado, sino que también es un delito. Se necesita una ley para hacer eso.
Dicho esto, si nuestro país convoca a capitales extranjeros a invertir, no es un buen mensaje lo dicho por Bellido, si se quiere realmente continuar haciendo del Perú un país atractivo para invertir.
Estas expresiones contrarias de Castillo y Bellido han causado inmediatamente reacción reflejándose en el alza del dólar. Y como sabemos, si sube el dólar, se incrementa el precio de los productos haciendo que los pobres sigan siendo más pobres, cada vez más desaparezca la clase media y afectando al pequeño y microempresario. En resumen, afectando a todo el país.
Afortunadamente, en Huánuco no se siente mucho la inflación, porque los productos que llegan de la chacra son muy económicos, pero en otras partes del país, si alguien hacía mercado con 200 soles para quince días, ahora necesitan gastar doble para comer esos 15 días.
Analicemos eso, si se sigue creando inestabilidad política, se seguirá haciendo daño al “pueblo” del que tanto hablan y ofrecen defender. Entonces, hay que empezar a protegerlo.
