María Auxiliadora Pereira
Los trastornos del espectro autista (TEA) en niños se encuadran dentro de los trastornos del neurodesarrollo. Se caracterizan por las alteraciones relacionadas con la comunicación y la interacción social; así también por presentar intereses fijos y conductas repetitivas.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños en el planeta tiene algún TEA.
En este sentido, Marvia Pérez Tosca, especialista en desarrollo infantil en EE. UU. y emprendedora del proyecto “Miss Marvia”; en entrevista con el diario AHORA cuenta cómo puede ser más fácil entender el comportamiento de personas con esta condición.
Algunas señales en niños autista
Según la especialista, hay una serie de señales de alarma que hacen recomendable una valoración exhaustiva del desarrollo del niño.
“De 3 a 6 meses se pueden descubrir algunas señales, pero mayormente aparecen entre los 9 y 12 meses. Tan pronto actuemos mejor será el pronóstico del niño”.
Pérez Tosca resalta que, si bien es cierto que cada niño se desarrolla a su ritmo, existen ciertas generalidades; a las que se debe estar alerta. Por ejemplo, si entre los 9 y 12 meses reacciona a los sonidos o al escuchar su nombre; si hace contacto visual o si ya está gateando.
“Algunas otras señales son los movimientos repetitivos como mecerse, mover las manos en forma de aleteo o caminar en puntillas”.
Otro aspecto al que hay que estar alerta es al desarrollo socioemocional; este es tan importante como el desarrollo cognitivo y físico.
“El niño puede estar alcanzando los hitos del desarrollo, pero puede ser que no se interrelacione con otros niños”.
El desarrollo socio‐emocional provee a los niños un sentido de quiénes son ellos en el mundo, cómo aprenden; les ayuda a establecer relaciones de calidad con los demás.
“Está totalmente comprobado que la intervención temprana, cambia el destino de los niños; muchos que tienen intervención temprana adecuada y de claridad se incorporan a los 5 y 6 años a clases regulares”.
¿Qué se recomienda para estos días de pandemia?
La enfermedad del COVID-19 ha afectado la vida de diferentes maneras. Las familias de los niños con trastorno del espectro autista pueden tener desafíos únicos; esto, con respecto del manejo de la información sobre el virus y todos los cambios que conlleva.
Según la especialista, ahora más que nunca el rol de los padres se vuelve primordial; pues deben enfrentar dificultades en el marco de una rutina. Para eso, es necesario que los padres tengan herramientas y se conviertan en los principales expertos de sus hijos; cada niño es completamente diferente.
“Con este confinamiento a nivel social, se están viendo afectados todos los niños; tanto los niños típicos como los niños con alguna neurodiversidad”.
Pérez señala que a nivel académico los padres deben ser muy conscientes de la forma en que aprenden los niños; muchos de ellos suelen ser auditivos, otros más visuales y otros pueden llegar a necesitar algunos estímulos sensoriales.
“Si tiene clases virtuales y le molesta el ruido, tal vez esa clase pueda grabarse; luego colocarla en un volumen más bajo. Si, al contrario, las luces son las que le molesta o le acarrea alguna extrasensorialidad; utiliza un lugar que sea con luces más tenues”.
Técnicas para superar crisis de conducta
Una de las técnicas para superar cualquier alteración del niño es evaluar las 3 funciones o causas.
– Función de atención: para esto se debe brindar entre 15 o 20 minutos de atención al niño.
– Función de escape: se recomienda revisar los tiempos de atención que puede estar el niño centrado en una actividad. Si son 5 o 10 minutos darle pequeños break.
– Función sensorial: al nivel sensorial se debe descubrir cuáles son esos problemas sensoriales que desatan estas crisis; pueden ser sonidos agudos o luces muy tenues o brillantes.
Vea la entrevista de Marvia Pérez Tosca Especialista en desarrollo infantil:
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