Mujer e hijo desaparecidos habrían sido asesinados

Marisela Florinda Ramón Cruz (29) y su bebé de 7 meses desaparecidos desde el 29 de abril, habrían sido asesinados. Familiares y policías hallaron prendas de vestir, una pelotita del bebé y aparentemente restos de sangre en una cueva de Tocana, en Margos.

Juana Cruz de Lustre (69), denunció que su hija y su bebé salieron de su casa del poblado de Huancacancha el 21 de abril de 2019, llevando animales en el camión de su cuñado Alfredo Meza, para ser vendido en Huánuco. El cuñado habría esperado a Marisela en Tocana.

El 28 de abril, recibió la llamada de su hija y le comentó que vendió los animales, y con el dinero compró 10 sacos de papa para ser vendida en Huaura; sin embargo, el 29 de abril a las 4:00 de la mañana llegó a su casa, minutos después salió diciendo que iría a Huaura para vender los productos que estaban en el camión de Alfredo.

Lo sospechoso es que a las 5:00 de la tarde del mismo día, ella nuevamente retornó a su vivienda indicando que el carro se había malogrado, y a las 5:30 volvió a salir tras recibir una llamada de Alfredo Meza. Desde entonces desapareció.

La madre contó que al día siguiente, cuando iba por el camino vio el camión de su yerno estacionado cerca de su casa en Tocana, y cuando trató de comunicarse con él por celular, estaba apagado.

El 11 de mayo se encontró con su yerno, a quien preguntó por el paradero de su hija, y este le habría respondió que está vendiendo sus productos en Huaura, y el celular de Marisela estaba bloqueado y no puede recibir llamadas.

Vecinos del lugar comentaron a Juana, que el día del supuesto viaje a Huaura, el camión de Alfredo no salió, y en horas de la noche escucharon llantos de un bebé por unos minutos y luego se calló. 

Juana se enteró que el bebé de Marisela sería el hijo de Alfredo, y sospecha que la habría asesinado, por exigirle que reconozca al niño, y para que su esposa no se entere de la infidelidad la habría matado.

Semanas después policías inspeccionaron una cueva donde sospechaban que había sido arrojada, pero no hallaron nada. Sin embargo, al día siguiente, cuando los familiares retornaron a la cueva hallaron piedras removidas, y encontraron otro hueco oculto de un metro de profundidad, donde encontraron una pelotita del bebé desaparecido.

Ayer, policías de Criminalística acudieron al lugar, y a 60 metros de la cueva hallaron un par de medias, una cafarena de bebé y un sombrero de hombre con manchas de sangre.