A más de 48 horas del insólito y aterrador suceso ocurrido con Jaqueline Meléndez Castro (36), quien la tarde del 26 de agosto fue declarada fallecida, pero posteriormente sus familiares fueron informados de que seguía con vida, la situación sigue generando desconcierto y preocupación. Según fuentes cercanas, el estado de salud de Jaqueline es grave, y no ha mostrado ninguna mejoría significativa, permaneciendo internada en el área de trauma shock del Hospital Regional Hermilio Valdizán.
«El médico que está a cargo menciona que su corazón late de manera irregular, a veces aceleradamente y otras veces al mínimo, pero no hay avances en su condición», comentó, visiblemente angustiado. La confusión y el dolor para la familia han sido inmensos, ya que inicialmente recibieron la devastadora noticia de que Jaqueline había fallecido.
El director del Hospital Regional, Gustavo Barrera Sulca, explicó que Jaqueline es una paciente con una cardiopatía congénita, una afección de nacimiento que la ha llevado a estar hospitalizada en varias ocasiones. Barrera Sulca detalló que Jaqueline llegó en estado crítico al hospital y sufrió un paro cardíaco en el área de trauma shock, lo que llevó a los médicos a realizar una Reanimación Cardiopulmonar (RCP) para salvar su vida.
La confusión sobre su muerte se debió a una «mala información», según el director, quien insistió en que Jaqueline nunca falleció realmente. No obstante, el incidente ha provocado que el esposo de Jaqueline, William Abal Salvador, presente una denuncia por presunta negligencia médica en la fiscalía.