La reciente revelación sobre una cirugía estética a la que se habría sometido la presidenta de la República, Dina Boluarte, entre junio y julio de 2023, ha generado un intenso debate político y mediático. El tema ha despertado críticas hacia la mandataria y hacia la administración pública, con cuestionamientos sobre la falta de transparencia en torno al procedimiento y las implicancias legales de una posible incapacidad temporal para gobernar.
El ministro de Salud, César Vásquez, respondió a la controversia asegurando que no tiene conocimiento directo ni constancia de que Boluarte haya sido sometida a una intervención quirúrgica. Vásquez, quien asumió el cargo el 19 de junio de 2023, calificó este asunto como «reservado» y destacó que, de ser cierto, la presidenta habría continuado con sus labores de manera virtual.
«A mí no me consta, no tengo la certeza de que la presidenta se haya operado. No he visto ni he sido informado sobre ello durante mi gestión como ministro», declaró Vásquez a Canal N.
Un tema de salud y política
La cirugía estética de Boluarte fue inicialmente confirmada por el expremier Alberto Otárola, quien aseguró que la mandataria mantuvo sus funciones de manera remota durante el periodo de recuperación. Sin embargo, la falta de un comunicado oficial por parte de la presidenta o del Palacio de Gobierno ha alimentado las especulaciones.
En el Congreso, la vicepresidenta del Parlamento calificó las reacciones como exageradas, mientras que otros legisladores y analistas han planteado la posibilidad de que esta intervención implique una “incapacidad temporal” en el marco del artículo 114 de la Constitución.
Este artículo establece que un presidente puede ser declarado temporalmente incapacitado para ejercer el cargo, lo que ha llevado a algunos opositores a considerar este procedimiento como un argumento para una eventual vacancia.
«Un grupo de gente vacadora está buscando desestabilizar al país», afirmó el ministro Vásquez, refiriéndose a las críticas que han surgido tras conocerse este hecho.
Críticas desde el ámbito médico
En las últimas horas, el debate se intensificó con la citación del cirujano Mario Cabani a la Comisión de Fiscalización del Congreso. Cabani, señalado como el médico responsable de la cirugía, no acudió a la cita, lo que ha generado aún más preguntas sobre el caso.
El ministro de Salud lamentó que médicos se involucren en lo que denominó «un show político». Según Vásquez, el manejo médico de cualquier paciente debe mantenerse en el ámbito privado y no debería ser utilizado como herramienta de desestabilización política.
«Lamento que haya médicos que se presten para este show de querer exponer el lado privado que representa un manejo médico para un paciente», añadió el ministro.
El caso EsSalud: conexiones bajo escrutinio
Otro ángulo de esta controversia se centra en María Elena Aguilar, presidenta de EsSalud, cuyo nombramiento ha sido cuestionado debido a su presunta cercanía con Mario Cabani. Según un reportaje de Panorama, Aguilar no declaró esta relación en su hoja de vida y su hija trabajó en la clínica del cirujano.
El medio reveló que Aguilar es amiga de promoción de Liliana Cabani, hermana del médico, lo que ha generado dudas sobre la transparencia de su designación. Aguilar, quien fue citada por la Comisión de Fiscalización, no se presentó al grupo de trabajo, aumentando las críticas hacia su gestión.
En respuesta, Aguilar defendió su nombramiento, asegurando que cumplió con todos los procedimientos legales y negó cualquier influencia de Cabani en su elección.
«Mi designación como presidenta de EsSalud fue formalizada por el Ministerio de Trabajo, siguiendo todos los protocolos establecidos», afirmó Aguilar en un comunicado.
Reacciones en el Congreso y en la opinión pública
La congresista Patricia Juárez, de la bancada de Fuerza Popular, minimizó la importancia de la cirugía al señalar que una rinoplastia no necesariamente implica una incapacidad prolongada.
«Conozco personas que se han sometido a esta operación y no han estado incapacitadas por mucho tiempo», expresó Juárez.
Además, cuestionó la atención mediática que ha recibido el caso, calificándolo como «una tormenta en un vaso de agua».
Por otro lado, el exprocurador Daniel Soria Luján, en declaraciones para Infobae Perú, explicó que una cirugía estética podría ser considerada como incapacidad temporal dependiendo de las circunstancias y el tiempo de recuperación. Esto podría enmarcarse en el artículo 114 de la Constitución, que regula las condiciones para declarar la incapacidad temporal de un presidente.
Silencio presidencial
Hasta el momento, Dina Boluarte no ha emitido ningún comunicado oficial ni se ha pronunciado públicamente sobre el tema. Este silencio ha sido interpretado por algunos sectores como una estrategia para evitar alimentar el debate, mientras que otros lo ven como una falta de transparencia en el ejercicio del cargo.
En un contexto de creciente desaprobación —con cifras que muestran un respaldo del 3 % a nivel nacional—, la presidenta enfrenta una nueva ola de críticas que se suma a los cuestionamientos sobre su gestión.
¿Privacidad o transparencia?
El caso de la cirugía de Dina Boluarte ha puesto sobre la mesa un debate más amplio sobre la privacidad de los líderes políticos frente a la necesidad de transparencia en la gestión pública. Si bien algunos defienden el derecho de la presidenta a mantener en reserva cuestiones relacionadas con su salud personal, otros sostienen que, en ausencia de un vicepresidente, cualquier incapacidad temporal debería ser comunicada de manera oficial.
Por ahora, el tema sigue dividiendo opiniones y sumando elementos a la compleja coyuntura política del Perú, mientras la mandataria y su equipo deciden cuál será su próximo movimiento frente a esta controversia.