Óscar Ugarte Ubilluz, ministro de Salud, tuvo que salir más rápido que apurado del centro de atención y aislamiento temporal (CAAT) del hospital de contingencia Hermilio Valdizán, ante el reclamo de enfermeras y parientes de pacientes COVID-19 por la falta de oxígeno medicinal y equipos de protección personal (EPP).
A su arribo a Huánuco, el titular de Salud visitó la planta de producción de oxígeno del hospital Valdizán, y cuando se disponía a visitar el CAAT resulto abordado por Isabel Pacheco Calero, secretaria general del Sindicato de Enfermeras del nosocomio huanuqueño. Ella le reclamó a Ugarte por la falta de oxígeno y EPP para las enfermeras que atienden a pacientes COVID-19 internados en ese lugar.
Al reclamo de Pacheco se sumaron varias personas que tienen a sus familiares con coronavirus hospitalizados en el Valdizán. “Queremos oxígeno, queremos oxígeno”, le gritaron un grupo de personal al ministro Ugarte, quien tuvo que salir raudo del lugar e ingresó al despacho del director del hospital donde sostuvo una reunión con el médico Víctor Espíritu Ponciano y el gobernador.
“No hay EPP suficientes para las enfermeras del CAAT, ni medicamentos, ni insumos de laboratorio para los análisis de los pacientes COVID-19, ni oxígeno suficiente. Los cuatro respiradores resultan insuficientes para trabajar, por esa razón, las enfermeras se contagian y algunas fallecieron”, se quejó Pacheco ante Ugarte, pero este sin responder una palabra y custodiado por policías se retiro.
ABANDONADOS.
Juan Apolinario Vacas, enfermero del Valdizán, cuyo padre de 77 años está internado en el CAAT, manifestó que en el nosocomio de Huánuco no hay oxígeno, y los familiares de los pacientes tienen que comprar entre tres y cuatro balones diarios para evitar que el paciente fallezca.
“Entre medicamentos y cilindros de oxígeno a diario gastamos 1000 soles. El paciente que no tiene dinero y requiere gas medicinal de alto flujo, lamentablemente muere”, denunció el profesional. Asimismo, dijo que los equipos para realizar el diagnóstico AGA del Valdizán están malogrados y tiene que realizarse en un laboratorio particular.
Asimismo, Nila Broncano Chagua, familiar de otro paciente COVID-19, manifestó que los médicos no le informan sobre el estado de salud de su hermano. “Hasta ahora gasté 20 mil soles. En el hospital no hay nada. Estamos abandonados por las autoridades”, se quedó.
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